Confirma la eficacia de la primera vacuna frente a la hepatitis E

Hepatitis E
WIKIMEDIA COMMONS
Actualizado: lunes, 23 agosto 2010 13:35


MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un estudio en fase III realizado entre casi 100.000 voluntarios ha demostrado que la primera vacuna desarrollada para prevenir el desarrollo de la hepatitis E --denominada 'HEV239'-- tiene una eficacia cercana al cien por cien de los casos y provoca pocos efectos secundarios y leves, parecidos a los del resto de vacunas, como la de la gripe.

La investigación, publicada en la edición 'on line' de la revista 'The Lancet', tomó como muestra a 97.356 mujeres y hombres de Jiangsu (China) de entre 16 y 65 años que se dividieron en dos grupos: uno que recibió la vacuna intramuscular de la hepatitis E en tres dosis (la segunda al mes y la tercera a los seis meses) y otro que recibió placebo en su lugar.

Entre los participantes, 11.165 eran portadores del anticuerpo de la hepatitis E y, de ellos, 5.285 (47%) demostraron ser seropositivos para este virus. Toda la muestra se sometió a un seguimiento médico durante 19 meses. De este modo, durante los 12 meses y 30 días que pasaron desde la tercera dosis, 15 pacientes del grupo de placebo desarrollaron la enfermedad frente a ninguno de los que recibieron la 'HEV239' (100% de eficacia).

"La vacuna ha demostrado además la misma eficacia en todos los subgrupos de edad y sexo e, incluso, ha demostrado ser efectiva con tan sólo dos dosis, algo que permitirá a las personas que necesiten ir a zonas endémicas obtener una protección adecuada frente al virus sin tener que esperar a la tercera dosis a los seis meses", comenta el director del estudio, el doctor Ning-Shao Xia, del Instituto de Diagnóstico y Desarrollo de Vacunas de Xiamen (China).

En este sentido, los investigadores chinos señalan que los individuos con enfermedades hepáticas crónicas deberían tener prioridad a la hora de recibir la vacuna por su mayor vulnerabilidad al virus. En el estudio no se incluyeron pacientes con este perfil, por lo que los autores sugieren que antes de su comercialización se necesitan más datos y nuevos estudios de eficacia y seguridad de la vacuna en este subgrupo.

Asimismo, "en el estudio hemos comprobado que la vacuna es eficaz y bien tolerada en la población adulta general, pero son necesarios más estudios que comprueben los beneficios de la vacuna en mujeres embarazadas y en personas menores de 15 años y mayores de 65", indica el doctor Xia.

FALTAN DATOS A LARGO PLAZO

En un comentario añadido, el doctor Scott D. Holmberg, del Centro Nacional para la Prevención del VIH, la Hepatitis y la Tuberculosis de Estados Unidos, señala que "la total eficacia de esta vacuna todavía deber ser comprobada a largo plazo", ya que el estudio sólo ha mostrado una efectividad del cien por cien un año después de la vacunación-

En cualquier caso, comenta Holmberg, "en zonas endémicas, la vacuna serviría para convertir las epidemias de hepatitis E en brotes esporádicos". Por este motivo, "las autoridades sanitarias deberían comenzar a planificar estrategias de vacunación y, junto a la industria farmacéutica empezar a diseñar protocolos de salud pública para implantar programas frente a este virus en los países más afectados", concluye.

MÁS RIESGO EN EMBARAZADAS

Se calcula que uno tercio de la población mundial está infectado por el virus de la hepatitis E, la mayoría de ellos en los países en vías de desarrollo. Con unos síntomas clínicos prácticamente indistinguibles de otros virus de la hepatitis, la enfermedad provocada por la variante E tiende a ser puntual y no convertirse en crónica.

La tasa de mortalidad en infectados ronda entre el uno y el tres por ciento, aunque su pronóstico empeora cuanto mayor es el paciente y en grupos específicos, como las embarazadas, donde la letalidad puede llegar hasta el 25 por ciento de los casos y el número de abortos y partos prematuros se multiplica.

Por su parte, en pacientes con enfermedades hepáticas crónicas el pronóstico por la sobreinfección del virus de la hepatitis E empeora el diagnóstico, de hecho, cada año mueren en países industrializados entre 13.000 y 26.000 personas con enfermedades del hígado que son infectadas por este virus.