La confederación de sindicatos médicos considera "indecente" hablar ahora de copago

Actualizado: martes, 7 diciembre 2010 15:27

MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Patricio Martínez, duda de la eficacia del copago como medida para controlar el gasto sanitario y considera "ligeramente indecente" valorar su ampliación en España, donde están aún pendientes todas las reformas del sistema que contenía el Pacto por la Sanidad.

"El copago ahora no es la medida más adecuada para garantizar la sostenibilidad del sistema ni controlar el gasto sanitario, no sólo por la falta de consenso que existe sobre su establecimiento, también porque no se ha demostrado de forma científica su eficacia", ha señalado en declaraciones a Europa Press.

Dice que el copago no se ha mostrado eficaz para contener el gasto sanitario en los principales países que lo han impuesto, entre los que figuran Alemania, Reino Unido, Francia, Dinamarca o Suecia. Además, puntualiza que la recomendación del Ecofin "no es exclusivamente para España, sino que va dirigida a todos los países miembros de la UE".

A su juicio, es "ligeramente indecente" hablar del copago cuando hay reformas "más urgentes que el copago" pendientes de poner en marcha y que se recogían en el fallido Pacto por la Sanidad, como son la reducción de la burocracia en las administraciones públicas relacionadas con la sanidad, la racionalización del gasto o la aplicación de presupuestos sanitarios finalistas para las autonomías.

La Unión Europea recomienda a los Gobiernos de los Veintisiete que estudien la posibilidad de introducir el copago y la participación del sector privado para limitar el crecimiento excesivo del gasto sanitario y garantizar la sostenibilidad financiera de sus sistemas de salud, amenazados por el envejecimiento y la crisis económica.

Así lo recogen las conclusiones sobre los sistemas sanitarios europeos que aprobarán este martes los ministros de Economía de la UE, que alerta de que, "en las próximas décadas, los Estados miembros tendrán que equilibrar la necesidad de proporcionar una atención sanitaria universal y una demanda cada vez mayor relacionada con una población en envejecimiento, el desarrollo tecnológico y las crecientes expectativas de los pacientes".