BARCELONA, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha condenado al Instituto Catalán de la Salud (ICS) a indemnizar con 300.331 euros a un matrimonio por las graves lesiones que sufrió su hija al nacer, tiene un brazo paralizado, y que pudieron evitarse con una cesárea.
Un médico de un CAP siguió la evolución del tercer embarazo de Nabia E., de 36 años, hasta la semana 31, cuando fue derivada al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, a causa de la diabetes gestacional que padecía. Dos semanas después, se calificó el parto de macrosómico, es decir, que el bebé podía pesar más de cuatro kilos.
La mujer fue ingresada entre el 14 y el 21 de enero de 2003 a causa de la hiperglucemia, e ingresó de nuevo el día 29 para dar a luz a las 20.25 horas a una niña de 4,7 kilos y 53 centímetros. Durante el parto, el bebé sufrió un "estiramiento violento del cuello", que le causó la parálisis "total y completa" de la mano y el brazo izquierdos.
El ICS alegó que la mujer no siguió las recomendaciones médicas --dieta, ejercicio y control-- para tratar la diabetes gestacional. Además, sostuvo que no se puede realizar una cesárea en todos los partos que se prevén difíciles.
Sin embargo, la Sala Contencioso-administrativo del TSJC considera que los facultativos debieron programar una cesárea ante el riesgo que presentaba el bebé a causa de su tamaño y a la "mala colaboración en un control estricto de hiperglucemia". De ahí que declare probada la relación de causalidad entre la actuación sanitaria y los daños causados.
