VALENCIA 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Compromís ha preguntado en el Senado los motivos por los que el Gobierno "está desentendiendo del uso, promoción y recomendación de instalación" de desfibriladores semiautomáticos en las distintas poblaciones del Estado, al tiempo que ha reivindicado que se "garantice" este servicio.
El senador Carles Mulet ha apuntado que el Ejecutivo ha legislado, a través del Real Decreto 365/2009 de 20 de marzo, las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de estos equipos fuera del ámbito sanitario, "pero únicamente han sido cuatro las autonomías que han regulado su instalación".
Así, ha apuntado que las comunidades autónomas sin legislación son Madrid, Galicia, Asturias, Cantabria, Aragón, Comunitat Valenciana, Murcia, Islas Baleares, Castilla La Mancha, Extremadura, Castilla León, La Rioja, Navarra ni las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Desde la coalición han apuntado que en España se producen cada año aproximadamente 30.000 muertes por paradas cardiorrespiratorias, "cifra que podría reducirse de manera significativa si se aplicara la desfibrilación a la víctima en los cinco primeros minutos". Tras un paro cardíaco, el índice de supervivencia en España se sitúa en el 4%, mientras en Estados Unidos el porcentaje que se eleva hasta el 50% gracias a la presencia masiva de desfibriladores semiautomáticos (DESA), han destacado.
PRESENCIA EN AEROPUERTOS Y CENTROS COMERCIALES
Los organismos internacionales, reclaman su presencia en aquellos lugares que registren gran afluencia de personas como centros comerciales, aeropuertos o estaciones de viajeros. En Francia la presencia de desfibriladores es ocho veces superior a la de España.
En esta línea, Mulet ha preguntado al gobierno qué iniciativas se han realizado de cara a incluir los desfibriladores en la normativa de Prevención de Riesgos Laborales de las empresas; cómo se ha animado a las autonomías a legislar y fomentar la presencia de desfibriladores en espacios públicos cardioprotegidos y de alta concentración de personas y si el Ejecutivo hace una buen balance del grado de presencia de estos desfibriladores semiautomáticos (DESA) en nuestro país respecto a la media europea.
