MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
Los niños expuestos al humo de segunda mano en la primera infancia tienen más probabilidades de crecer físicamente agresivos y antisociales, independientemente de si han sido expuestos al tabaco durante el embarazo o sus padres tienen una historia de ser antisociales, según Linda Pagani, de la Universidad de Montreal, en Canadá, y Caroline Fitzpatrick, del Hospital canadiense CHU Sainte-Justine.
"El humo de segunda mano es en realidad más peligroso que el humo inhalado, y el 40 por ciento de los niños de todo el mundo están expuestos a él. Además, la exposición a este humo en la primera infancia es particularmente peligrosa, ya que el cerebro del niño aún está en desarrollo", dijo Pagani, que analizó datos de aproximadamente 2.055 niños desde su nacimiento hasta los diez años de edad, incluyendo informes de los padres sobre la exposición al humo de segunda mano y de los maestros y los propios niños sobre su comportamiento en clase.
"Los que estuvieron expuestos al humo de segunda mano, aunque fuera temporalmente, tenían muchas más probabilidades de presentarse a sí mismas como más agresivas cuando terminaron cuarto grado", destaca la principal investigadora de este estudio, publicado este martes en la revista 'Journal of Epidemiology and Community Health'.
Aunque no se puede determinar ninguna relación causal directa, la correlación estadística sugiere que la exposición a humo de segunda mano prevé un comportamiento desviado en la infancia tardía. La información más detallada recopilada para el Estudio Longitudinal de Quebec de desarrollo infantil le permitió distinguir la contribución única de la exposición al humo de segunda mano en el comportamiento posterior desviado de los niños.
Las estadísticas están respaldadas por otros estudios biológicos sobre los efectos del humo en el cerebro. El humo de segunda mano supone el 85 por ciento del humo lateral que emana de un cigarrillo encendido y el 15 por ciento del que se inhala y luego exhala, además de que el humo de la corriente secundaria se considera más tóxico que el de la corriente principal, ya que contiene una mayor concentración de muchos contaminantes dispersos respirables durante un periodo de exposición más largo.
"Sabemos que la muerte por inanición de oxígeno debido a la exposición al humo en el sistema nervioso central en desarrollo puede causar bajo peso al nacer y retraso en el crecimiento del cerebro del feto --recordó Pagani--. Fuentes ambientales de humo de tabaco representan la causa más pasiva y prevenible de enfermedad y discapacidad. Este estudio sugiere que el periodo postnatal es importante para la prevención del desarrollo neurológico deteriorado y hace necesario promover un entorno doméstico no contaminado para los niños".