MADRID 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de científicos de África Occidental, Estados Unidos y Reino Unido ha descubierto que Anopheles gambiae, que se pensaba que era una división de dos especies completamente nuevas de mosquito, en realidad puede tener un rango más complejo de formas debido a los frecuentes apareamientos. Los híbridos resultantes pueden tener implicaciones para la resistencia a los insecticidas y la infectividad contra el parásito de la malaria.
El estudio, publicado en la edición de abril de la revista 'Genetics', documenta las cantidades sustanciales de hibridación entre los dos tipos de mosquitos separados en una amplia zona que abarca cuatro países de África al sur del Sahara de África occidental.
"Nuestra investigación muestra que los mosquitos Anopheles gambiae, que son responsables de la mayoría de los casos de malaria en África, son genéticamente más complejos de lo que pensábamos, debido al mestizaje", dijo David J. Conway, uno de los investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en Reino Unido, y la Unidad de Investigación del Consejo Médico en Gambia.
"Los mosquitos son muy buenos evolucionando rápidamente y esta información nos ayudará a utilizar los actuales métodos de control apropiados y considerar posibles nuevas herramientas que fortalezcan los esfuerzos de control de la malaria en África", agregó.
Los científicos recolectaron mosquitos de casas situadas a menos de 100 kilómetros de la costa atlántica de Senegal, Gambia, Guinea Bissau y la República de Guinea. Se analizó el ADN de los mosquitos para identificar las proporciones de cada tipo principal, formas "M", "S" e híbridos "M/S". Se analizó todo el genoma de los perfiles genéticos de los grupos de cada una de las formas de mosquitos y se descubrió que la variación genética que existe es compartida entre las formas, como si se tratara de una sola especie.
"Las enfermedades transmitidas por los mosquitos pueden ser una sentencia de muerte en las naciones en desarrollo", afirmó Mark Johnston, editor en jefe de la revista 'Genetics'. A su juicio, es "crucial" entender la arquitectura genética de las poblaciones de mosquitos para poder desarrollar formas de protección de la población frente al paludismo. "Esta investigación revela algo de la dificultad de erradicar esta enfermedad", concluye.