MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de científicos ha descubierto un nuevo carbohidrato complejo en el musgo que podría ser explotado para la salud u otros usos, según una investigación publicada en 'The Plant Cell'.
Investigadores del Centro de Excelencia ARC de Australia en Plant Cell Walls y de la Universidad de Rhode Island (EE.UU.), señalan que el polisacárido se parece un poco al betaglucano que se encuentra en la avena y otros cereales, que promueve la salud digestiva. Un polisacárido es un carbohidrato complejo compuesto por moléculas de azúcar.
Dirigido por la profesora Rachel Burton, de la Facultad de Agricultura, Alimentación y Vino de la Universidad de Adelaida, y la profesora Alison Roberts, de la Universidad de Rhode Island, el equipo de investigación estaba investigando la historia evolutiva del betaglucano cuando hicieron este descubrimiento.
El betaglucano es una fibra dietética que se sabe que tiene muchos beneficios para la salud. Es abundante en cereales como la avena y la cebada, pero no se ha encontrado en el musgo a pesar de que las plantas tienen genes similares.
Los investigadores tomaron uno de estos genes similares del musgo para ver si conduciría a la producción de betaglucano. "Lo que encontramos fue un nuevo polisacárido formado por los azúcares glucosa y arabinosa, y no solo glucosa como en betaglucano", explica la profesora Burton.
"Lo hemos llamado arabinoglucano y creemos que la forma en que los dos diferentes azúcares se unen hará que sea estructuralmente similar al betaglucano. No estamos recomendando comer musgo --advierte--, simplemente estamos diciendo que hay un gran potencial para este nuevo polisacárido, como hemos visto con otros".
La profesora Burton ha añadido que, aunque la función del arabinoglucano aún no se conoce, puede tener propiedades que pueden explotarse para campos de la salud, industriales y médicos, como polisacáridos conocidos, como celulosa para papel y algodón, o xilanos que pueden ser utilizado como suplementos dietéticos o suministro de medicamentos.
"Este descubrimiento lleva a la pregunta: ¿cuántos otros polisacáridos contienen las plantas que aún no conocemos? -- señala la profesor Burton--. No sabemos qué hay porque no siempre podemos verlo. Los científicos necesitarán nuevas herramientas para poder encontrarlos, lo que podría incluir nuevos anticuerpos y técnicas de microscopía".