MADRID 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad de Southampton (Reino Unido) ha determinado que el cobre podría actuar como barrera para ayudar a contener la propagación de un nuevo grupo de bacterias que contienen la enzima NDM-1 o metalo-beta-lactamasa de Nueva Delhi, a las que se ha denominado 'superbacterias' por su resistencia a casi todos los antibióticos conocidos y por la reciente detección de los primeros casos en Europa.
Esta enzima, que convierte a los organismos portadores del gen que activa su producción en resistentes a casi todos los antibióticos, ha provocado ya infecciones en siete países y se ha detectado en enterobacterias como la 'Escherichia Coli'.
La investigación ha demostrado la eficacia antimicrobiana del cobre ante un amplio espectro de organismos como el 'MRSA', 'Clostridium difficile' o 'Escherichia Coli'. Estos estudios se han completado con ensayos clínicos en el Hospital Selly Oak de Birmingham (R.Unido), donde se sustituyeron las superficies de contacto de uso frecuente por otras fabricadas en cobre.
Los resultados de estos ensayos demostraron que la contaminación bacteriana en estas superficies se redujo entre un 90 y un 100 por cien. Estas conclusiones han llevado a centros sanitarios, como el Centro de Fibrosis Quística del Northern General Hospital de Sheffield (R.Unido), a reemplazar las superficies de contacto por otras de cobre.
La nueva enzima NDM-1 supone una importante amenaza, ya que es resistente a casi todos los tipos de antibióticos. Su gen se desarrolla en un plásmido transferible, que podría degradarse cuando se inactivan las bacterias en contacto con superficies de cobre. De esta forma, la resistencia de la enzima NMD-1 podría no transferirse a otras bacterias, ayudando así a reducir el riesgo de este nuevo grupo de peligrosos agentes patógenos.
El director de la Unidad de Salud Ambiental de la Universidad de Southampthon, el profesor Bill Keevil, ha afirmado que el cobre podría desempeñar un importante papel en el control de la propagación de la enzima NDM-1. "El gen de esta nueva enzima se desarrolla en ADN plásmido que se degrada en contacto con superficies de cobre", ha señalado.