CUENCA 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los profesionales que integran la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, han atendido a 164 enfermos oncológicos de la provincia en sus domicilios durante el año 2009, según informó hoy la Junta en nota de prensa.
Del total de pacientes atendidos, un centenar son enfermos que tienen su residencia fuera de la capital, lo que ha supuesto que los dos equipos de la Unidad de Paliativos de Cuenca, integrados por dos facultativos, dos profesionales de enfermería y un psicólogo, hayan recorrido más de 80.000 kilómetros para prestar apoyo y asistencia a los pacientes terminales y sus familias en su propio domicilio.
La Unidad de Cuidados Paliativos de Cuenca se creó en el año 1998 al amparo de la Asociación Española contra el Cáncer y desde el año 2000 venía recibiendo subvención del Gobierno de Castilla-La Mancha para el sostenimiento del programa.
En el año 2008 esta Unidad se integró en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, a través del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, continuando con una labor que permite elevar la calidad de vida de los enfermos oncológicos terminales dentro de un entorno familiar.
Los dos equipos que forman la Unidad de Cuidados Paliativos de Cuenca, coordinados con el Servicio de Oncología del Hospital Virgen de la Luz, desempeñan una labor asistencial imprescindible, sobre todo en una provincia con una gran extensión geográfica y una gran dispersión de la población como la de Cuenca y teniendo en cuenta que más del 90 por ciento de las visitas se realizan en el domicilio del paciente.
La actividad asistencial que realizan permite que los pacientes terminales puedan ser correctamente atendidos en sus domicilios, evitando visitas a los Servicios de Urgencias o largos ingresos hospitalarios.
En este sentido, durante el año 2009 sólo un 22 por ciento de los pacientes incluidos en programa han precisado ingreso hospitalario y se han realizado más de 400 técnicas especiales en los domicilios -curas, analíticas, paracentesis o colocación de sondas, infusores o palomillas por vía subcutánea, etc-, lo que ha favorecido que cerca de un 70 por ciento de los fallecimientos se han hayan producido en el domicilio familiar y con el paciente rodeado de los suyos.
Para ser atendidos por los profesionales de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital de Cuenca tan sólo transcurre una media de diez días una vez que los pacientes han sido incluidos en el programa.
Destacar asimismo que la experiencia adquirida por estos profesionales permite que tanto los médicos de familia como los diplomados universitarios en enfermería que desarrollan su formación en el Hospital Virgen de la Luz puedan realizar un periodo de rotación en la Unidad de Cuidados Paliativos.