TOLEDO, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
El secretario regional del PP, Vicente Tirado, ha pedido "perdón" a los castellano-manchegos por las medidas económicas que está aplicando el Gobierno de María Dolores de Cospedal, porque son ellos "los que están sufriendo las consecuencias de unas medidas que no son agradables, pero sí necesarias".
Así lo ha manifestado ante los medios de comunicación en un desayuno informativo que ha tenido lugar en un hotel de la capital regional, donde ha señalado que ya que los socialistas de la región "no han tenido el cuajo ni el señorío" de disculparse ante los ciudadanos "por el daño que han hecho", él sí ha querido pedir perdón estas medidas, "que pronto darán sus frutos y son necesarias para garantizar lo más sagrado, que es una sanidad y una educación públicas".
"El esfuerzo de hoy garantizará el futuro de mañana y entre todos sacaremos adelante a la región", ha agregado.
"LOS CÓMPLICES DE BARREDA NO DEBERÍAN LIDERAR EL PSOE"
Por otro lado, el dirigente 'popular' ha señalado "desde el respeto" que ninguno de los "cómplices" del expresidente regional socialista José María Barreda "debería liderar el proyecto regional del PSOE".
Tirado ha insistido en que estos "cómplices" tienen "poco que decir", por lo que en el PSOE tienen que dejar paso a los jóvenes "que no tengan un pasado apoyando a Barreda".
"Creo que ha faltado crítica interna y que alguien encendiera la luz roja cuando la situación con Barreda se iba de las manos", ha agregado.
Tirado ha subrayado que el PP en el Gobierno necesita "un interlocutor válido, serio y responsable", que no haya sido partícipe de los "despilfarros" del anterior presidente regional y que "anteponga los intereses de la región a los intereses partidistas".
Por otro lado, el también presidente de las Cortes regionales ha mostrado su deseo de que el año próximo no se hable del "periodo negro del socialismo en Castilla-La Mancha" y que "quede superado".
Según Tirado, el equipo de Barreda "cometió dos pecados", por un lado "creer que el dinero público era infinito y además que no era de nadie", por lo que "dejaron al borde de la quiebra a los servicios sociales de Castilla-La Mancha".