MADRID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Federación Nacional de Clínicas Privadas (FNCP) asegura que aquellos centros que trabajaban con las prótesis mamarias de Poly Implant Prothese (PIP) están atendiendo a todas sus pacientes y, en función del estado de los implantes y el historial médico, están procediendo a su retirada "en caso de resultar necesario".
No obstante, recuerda que "cada caso debe ser estudiado de manera independiente y responde a la decisión de paciente y médico en última estancia".
Desde este sector, se dirige la responsabilidad hacia la empresa francesa que fabricó estos implantes y los distribuyó internacionalmente para, posteriormente, declararse en bancarrota en 2010.
En este sentido, aseguran que están ante un fraude cometido por el fabricante, ya que los implantes no sólo fueron fabricados con compuestos distintos a los declarados, sino que "se llegó a ocultar su composición" en las inspecciones realizadas por las autoridades francesas, lo que "exime de responsabilidad al sector médico, que se está declarando víctima de este problema".
Además, la FNCP asegura estar colaborando con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para dar una solución a las pacientes que se han visto afectadas en el sector privado, al tiempo que trabaja para consensuar una posición justa y favorable por parte del sector privado que permita hacer frente a esta crisis.
Para ello, se están llevando a cabo diferentes reuniones con los principales grupos hospitalarios, para defender los intereses del sector de una manera justa para pacientes y clínicas.