MADRID, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Parlamentario de Ciudadanos ha preguntado por escrito al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, si tiene previsto aprobar alguna medida para reducir el "elevado" consumo de ansiolíticos en España.
Y es que, según la Encuesta de Salud Mental del CIS de 2021, un 39 por ciento de españoles declaran haber acudido a tratamiento por trastorno depresivo antes de la pandemia, y un 33 por ciento por trastorno ansioso.
Además, más del 50 por ciento de la población ha sentido en algún momento miedo a la muerte o a los contagios durante este tiempo, un 41,9% ha tenido problemas de sueño y un 51,9 por ciento ha reconocido sentirse cansado o con pocas energías. Asimismo, un 6,4 por ciento de la población ha acudido a un profesional de la salud mental por algún tipo de síntoma, el mayor porcentaje (un 43,7%) por ansiedad y un 35,5 por ciento por depresión.
En 2021 en España se consumieron 110 dosis diarias de benzodiazepinas por cada 1.000 habitantes. Esto significa que un promedio de 110 personas por cada 1.000 consumían algún ansiolítico al día, esto es, unos cinco millones de habitante o, en otras palabras, el 11 por ciento de la población española.
"Esto supone que España es el país del mundo en el que, según los datos, más se consume diariamente, en términos relativos, este tipo de fármacos para tratar trastornos de ansiedad o insomnio", señala Ciudadanos en la iniciativa, desde la cual cuestiona al Ejecutivo si va a llevar a cabo algún tipo de medida adicional para asegurar que las recetas de fármacos, en este caso ansiolíticos, se limitan a aquellos casos en los que se diagnostica realmente una enfermedad.
Del mismo modo, Ciudadanos pregunta si se va a aumentar el número de psicólogos clínicos en el sistema sanitario y reducir las listas de espera para recibir atención psicológica en la sanidad pública, y si se va a impulsar algún tipo de medida o campaña para concienciar a la sociedad española de los riesgos del consumo de ansiolíticos, especialmente cuando se utiliza para responder a problemáticas abordables mediante otro tipo de intervenciones no farmacológicas.