La sanidad está entre los sectores con menos corrupción, sólo detrás de la educación y las ONG, según los españoles

Sala de espera de un centro de salud de Castilla y León.
SACYL
Actualizado: miércoles, 6 julio 2011 17:32

Tres de cada cuatro consideran corrupción que un trabajador sanitario ayude a un familiar a saltarse la lista de espera

MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

La sanidad se encuentra entre los sectores con menor corrupción, sólo tras la educación y las ONG, según el Barómetro de Junio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Sólo un 28,8 por ciento cree que está muy extendida, frente a un 43,4 por ciento que opina lo contrario. Uno de cada diez, incluso, dice que no está extendida o, simplemente, que no existe.

En general, casi la totalidad de los españoles (85,6%) cree que la corrupción está generalizada, pero las cifras son elocuentes si se compara la sanidad con otros sectores donde los consultados consideran que hay gran nivel de corrupción: la concesión de obras públicas (85,3%), la construcción (81,1%), los gobiernos autonómicos (76%), los ayuntamientos (73,7%), la Administración central (76%), los medios de comunicación (52,7%) y la lucha contra el crimen organizado (46,3%). La educación (23,3%) y las ONG (27,8%) son los ámbitos considerados más "limpios".

Sin embargo, la sanidad tampoco está exenta de prácticas fraudulentas. Así, por ejemplo, tres de cada cuatro consultados (74%) consideran "un acto de corrupción" que una persona que trabaje en el sistema sanitario público ayude a un familiar a saltarse la lista de espera. Un 22,8%, sin embargo, lo ve normal.

En cualquier caso, es una de las prácticas para las que hay más indulgencia --junto con que los empleados públicos se lleven a casa material de oficina (el 70,7% lo censura)--, frente a otro tipo de actuaciones en las que la inmensa mayoría de los consultados ve claramente corrupción, como que un empleado de la administración pida dinero a un ciudadano para agilizar trámites (96,6%), que se cobre el paro teniendo trabajo (91,5%), que un político contrate a familiares o amigos para trabajar en la administración (90,3%), que un político acepte regalos de valor sin declararlo (88,3%), que un empleado o cargo público use el coche oficial para asuntos privados (85,7%) o acordar con un comerciante o profesional que no cobre el IVA para pagar menos por un producto o servicio (80,7%).