MADRID 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Cirujanos del Hospital Infantil La Fe de Valencia advirtieron hoy del peligro que pueden suponer para los niños pequeños los juguetes que llevan imanes, ya que la ingesta accidental de estos elementos puede provocar perforaciones en el intestino. Los imanes están presentes en juguetes magnéticos como mecanos o ajedreces, que son "muy atractivos" para los niños, "e incluso algunos de ellos se regalan en bolsas de patatas fritas".
Los imanes, al ser ingeridos, se atraen en el abdomen, perforan todas las asas intestinales que se encuentran en medio y pueden provocar una peritonitis, según explicó a Europa Press TV el cirujano pediátrico Carlos Gutiérrez.
"Cuando se ingiere un imán o varios" a la vez "no pasa nada y se eliminan por las heces", pero "si se ingieren a diferente tiempo, cuando uno ha pasado a una parte del intestino y el otro a otra, hay un mecanismo de atracción magnética" entre ellos "que hace que todos los intestinos que están entre los dos campos magnéticos" se atraigan y se peguen, dijo.
En ese momento, prosiguió, "se produce una necropsis por compresión, unas perforaciones en el intestino y puede que haya otro tipo de complicaciones, como pegaduras u obstrucciones". Estos imanes, dijo, "son armas muy peligrosas en el abdomen".
No se trata, indicó, de un problema muy común, aunque ya se han producido varios casos en España, el último de ellos hace unos días en un hospital madrileño. Precisamente, el Hospital Infantil de la Fe trató el pasado año a un niño de tres años que había ingerido un par de imanes que acompañaban a unos juguetes. Su atracción provocó una peritonitis, con dos perforaciones de 3-4 milímetros a nivel del ileon medio, cuyo apéndice había quedado fuertemente adherido en su base por la acción de los imanes.
El niño llegó al hospital con dolor en el abdomen de varios días de evolución y al hacerle una radiografía se descubrió que había una pequeña imagen magnética. Se le operó de urgencia y en la intervención "nos encontramos con dos imanes que se habían atraído y habían perforado el intestino". Los cirujanos se encontraron "con dos orificios en el intestino y una fístula entre la base del apéndice y el intestino delgado".
Tras este caso, los médicos de La Fe revisaron la bibliografía médica y comprobaron que había varios casos relacionados con la ingesta de imanes publicados en el mundo, aunque el del niño valenciano era el segundo motivado por un juguete. En Japón, explicó, se han dado varios casos dada la tradición de tratar enfermedades reumáticas con pulseras magnéticas.
NECESIDAD DE ETIQUETAS ADECUADAS
En este sentido, indicó que no hay que ser alarmistas pues "afortunadamente, no es un problema muy frecuente", aunque hay que tenerlo en cuenta. Así, comentó que "ya tenemos el suficiente número de casos en el mundo--12-- para recomendar a los fabricantes o a las autoridades" que etiqueten "adecuadamente" estos juguetes y que adviertan en los mismos del peligro que pueden suponer los imanes "por su poder magnético".
El doctor Gutiérrez incidió en que "no hay que alarmar", aunque recomendó ir a un centro adecuado "y ponerse en manos de los especialistas" cuando los padres comprueben que su hijo se ha tragado un imán, pues puede ser peligroso. Su ingesta en varias tomas, añadió, requiere "cirugía urgente", que puede ir acompañada de complicaciones ya que "la perforación produce salida de contenido intestinal hacia el peritoneo, con gérmenes e infección".
Los juguetes magnéticos, según dijo, "están en auge y son muy atractivos para los niños". Los imanes están presentes en algunos ajedreces y juegos de mesa, en piezas que se unen a modo de mecano para hacer construcciones "y algunos de ellos incluso se regalan en bolsas de patatas fritas", comentó.
PILAS DE BOTÓN
Pero los imanes no son los únicos elementos peligrosos en juguetes para niños. También hay que tener cuidado con piezas pequeñas y con las pilas de botón, "que tienen una cubierta que en contacto con el ácido gástrico desaparece y se produce una perforación por agresión química del intestino". Si no se eliminan estas pilas en poco tiempo, "pueden producir perforaciones en estómago y esófago, sobre todo".
Hay que tener cuidado también, dijo, con pequeños juguetes de plástico como pequeños globos de agua o ventosas, "que puede ser ingeridos y aspirados y en la vía resiratoria puede causar una asfixia en cuestión de minutos", e incluso con frutos secos.
En este sentido, comentó que los niños pequeños "no tienen una maduración adecuada de la glotis y con mucha frecuencia los alimentos no pasan al tubo digestivo, sino que pueden pasar a los pulmones".
Lo mejor, añadió, es prevenir y quitar del alcance de niños menores de tres años "frutos secos, juguetes pequeñitos y piezas menores de tres centímetros".