MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Círculo de la Sanidad ha aplaudido que el Consejo de Ministros haya aprobado una prórroga de la exención del IVA de productos sanitarios necesarios para la lucha contra la pandemia de COVID-19 hasta el mes de octubre, incluyendo además otros nuevos en la relación de materiales diseñada en abril, pero reclama que más allá de esta emergencia "se apliquen de forma permanente tipos de IVA reducido y superreducido a todos los productos y servicios sanitarios".
A través de un comunicado, señalan que en estos momentos no hubiera sido "ni lógico ni sensato" dejar que el IVA de productos como las mascarillas volviera al 21 por ciento para centros sanitarios u organizaciones sociales.
Sin embargo, recuerdan que, de forma ordinaria, respiradores, mascarillas, batas quirúrgicas, depresores linguales, adaptadores de toma de oxígeno, drenajes, guantes, pijamas desechables, pañales, gorros de cirujano y enfermería y cubrezapatos, entre otros, se encuentran gravados al 21 por ciento, "como si de bienes de lujo se tratara". De igual modo, critica que estén gravados al tipo máximo servicios como la limpieza de hospitales, la seguridad de centros sanitarios, logística sanitaria, transporte de productos biosanitarios, etc.
El Círculo lamenta también que la exención del IVA no haya sido extensiva también a los consumidores, que "en estos momentos tienen que hacer un importante esfuerzo para adquirir mascarillas o geles hidroalcohólicos, lo que para las familias con menos recursos supone un esfuerzo importante".
"Ahora estamos atendiendo esta emergencia y agradecemos la medida adoptada por el Gobierno hasta octubre, pero es necesario revertir la subida del IVA sanitario que se aplicó en la anterior crisis económica. Llevamos años exigiendo esta medida a los diferentes Gobiernos y lo seguiremos haciendo, porque no es de recibo que si la salud es lo más importante para los españoles, no se vea reflejada esta realidad en la política impositiva", comenta su presidente, Ángel Puente.
Puente defiende que "reducir el IVA sanitario, además de justo, sería una medida de apoyo a la castigada industria sanitaria española, que ya estaba en una situación delicada por el hecho de que se haya primado siempre en los concursos públicos el precio y no pudiera competir con compañías asiáticas, haciendo de España un país totalmente dependiente del exterior".