MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Stanford y de la 'Celiac Sprue Research Foundation' han descubierto lo que podría ser una terapia no basada en la dieta para la enfermedad celiaca, un trastorno inflamatorio hereditario del intestino delgado que se produce en una de cada 200 personas en todo el mundo.
En dos estudios que se publican en la revista 'Chemistry and Biology', los investigadores abren el camino a una prueba clínica con una terapia enzimática oral que podría evitar muchos síntomas y complicaciones de esta enfermedad.
Las personas con enfermedad celiaca no pueden tolerar el gluten en su dieta. El gluten está presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Cuando un paciente celíaco ingiere gluten sufre una reacción inflamatoria que daña el intestino delgado, conduciendo a una mala absorción y a una respuesta similar a la autoinmune y otras muchas complicaciones. Por el momento, la única terapia eficaz es la exclusión total de la dieta del gluten y aún así los pacientes padecen anormalidades estructurales y funcionales en su intestino.
Sin embargo, a través uno de estos trabajos, los científicos utilizaron una bacteria recombinante para producir una forma de EP-B2, una enzima que participa en el proceso de descomposición de las proteínas del gluten, que sólo se activa bajo condiciones acídicas similares a las que existen en el estómago humano.
Los investigadores demostraron que EP-B2 digiere la proteína del gluten bajo condiciones gástricas y fue más específica para aquellas partes del gluten que desencadenan la patogénesis celiaca. En un segundo estudio, los investigadores siguieron hasta desarrollar una terapia el doble de potente basada en la enzima para desintoxicar el gluten.
La EP-B2 fue probada en combinación con otra enzima llamada PEP que también descompone el gluten. A niveles elevados de carga de gluten, en los que ni PEP ni EP-B2 en solitario podrían desintoxicar el gluten lo suficientemente rápido para evitar la inflamación, una combinación de PEP y EP-B2 eliminó por completo la inmunotoxicidad en diez minutos bajo condiciones gástricas y duodenales simuladas.
"Nuestros resultados indican que la terapia con EP-B2 podría ser efectiva como terapia de apoyo para ayudar a los celiacos a enfrentar al gluten 'oculto' en la alimentación diaria, y que la combinación de EP-B2 y PEP podría incluso permitir a los celiacos reanudar una dieta más normal en el futuro", señala Chaitan Khosla, autor principal del estudio.