WASHINGTON, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Científicos norteamericanos han comenzado a probar fármacos que protejan frente a la pérdida de memoria y otros trastornos neurológicos asociados al sida, que afectan a uno de cada cinco pacientes con VIH y que se están haciendo más frecuentes en la medida en que los pacientes cada vez viven más tiempo.
Justin McArthur, del departamento de Neurología de la Universidad John Hopkins de Baltimore, destacó que el VIH es "la causa más común de disfunción cognitiva en personas jóvenes en todo el mundo, lo que lo convierte en un asunto de salud pública".
Aunque los fármacos más potentes que hay en el mercado frente al VIH ayudan a paliar los niveles del virus en sangre, no pueden curar los cuadros neurológicos asociados. "Pese a los mayores esfuerzos, la terapia falla en el cerebro", dijo Harris Gelbard, neurólogo de la Universidad de Rochester, quien forma parte de un programa de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) para encontrar tratamientos que protejan el cerebro.
Los esfuerzos se dirigen a dos frentes. Por un lado, descubrir cual de los cócteles anti-VIH es mejor para los pacientes con problemas de memoria. Pocos de los fármacos actuales pueden penetrar la barrera sanguínea del cerebro, según Ron Ellis, de la Universidad de California, en San Diego. Pero no se sabe si usar esos fármacos en vez de otros detendrá el daño al cerebro una vez que hayan comenzado los síntomas neurológicos. A principios de 2007, ese centro, junto a la Universidad John Hopkins y la Universidad de Washington en San Luis, comenzarán un estudio con 120 paciente.
Por otro lado, los científicos buscan fármacos que protejan las células nerviosas. Entre los candidatos, destacan el ácido valproico, usado en el tratamiento de la epilepsia, y el litio, utilizado en la depresión maniaca. Ambos inhiben una enzima que produce el cuerpo, pero que en grado excesivo resulta perniciosa.
En un reciente estudio piloto, Gelbard descubrió signos de que el ácido valproico podría incrementar las conexiones cerebrales en algunos pacientes con trastornos neurológicos, y mejorar sus síntomas. Está a punto de comenzar un estudio en fase II para determinar si el efecto es real; otro ensayo similar con litio está en marcha.
Por otro lado, Gelbard también desea comenzar pronto otro estudio en humanos de un fármaco experimental que se dirige a una segunda proteína inflamatoria que usa el VIH, que lleva a las neuronas a suicidarse.