MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación del Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas ha identificado una proteína que se produce en la pared del intestino y tiene como objetivo las invasiones de microbios, lo que ofrece nuevas percepciones sobre cómo el intestino aparta los patógenos y mantiene buenas relaciones con microbios simbióticos.
El estudio, publicado en 'Science', puede ayudar a tratar a pacientes con enfermedades de inflamación del intestino grueso. Los resultados podrían también facilitar el entendimiento de la efectividad de los probióticos --mezcla de una bacteria beneficiosa que se añade a ciertos alimentos-- estimulando el sistema inmunológico, según dijo la doctora Lora Hooper, profesora asistente de inmunología.
Asimismo, los científicos conocen desde hace décadas que las células de microbios en el intestino superan el número de las propias células del cuerpo por un 10 a 1. El cuerpo humano ofrece un refugio seguro a estos microbios porque nos ayudan a descomponer la comida que no podemos digerir bien. Lo que no está muy claro es cómo evitamos que esos moradores microscópicos del intestino invadan nuestro tejido y no causen infecciones.
En respuesta a esto, la doctora Hooper dijo que "cuando la pared del intestino entra en contacto con la bacteria, ésta produce una proteína que se une al azúcar que forma parte de la superficie exterior de la bacteria". Después de esto, "esas proteínas destruyen rápidamente las bacterias que son sus objetivos", aclaró la doctora.
Esta proteína llamada RegIIIgamma en los roedores y HIP/HAP en humanos, pertenece a la clase de proteínas lectinas, aquéllas que se unen a las moléculas de azúcar. Por último, esta particular búsqueda y destrucción que llevan a cabo las lectinas puede ayudar a crear una 'barrera eléctrica' que proteja la superficie del intestino de posibles invasiones de las bacterias.