MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) están analizando la eficacia de un nuevo inhibidor de una quinasa mutada llamada PIM como posible tratamiento del linfoma difuso de células B grandes (LDCBG), el tipo de linfoma más frecuente y uno de los más agresivos, ya que actualmente fallecen entre un 30 y 35 por ciento de los afectados.
A pesar de la existencia de abundante información sobre los mecanismos implicados en la patogénesis de estos tumores, el desarrollo de nuevos fármacos que actúan contra dianas específicas de este tipo de linfomas va "muy lento", según reconocen los autores de esta investigación, que publica en su último número la revista 'Blood'.
En concreto, el grupo detectó niveles elevados de expresión de PIM2 en subgrupos de pacientes de un amplio rango de tipos de linfoma, asociado con una evolución clínica desfavorable en pacientes de ABC-DLBLC. Además, la inhibición farmacológica de las quinasas PIM indujo apoptosis y parada del ciclo celular en LDCBG.
Este estudio combina el desarrollo de un nuevo fármaco, realizado por el Programa de Terapias Experimentales del CNIO, con la generación de anticuerpos monoclonales específicos de PIM2 y el análisis de una numerosa serie de pacientes procedentes de diversas instituciones clínicas nacionales.
El grupo ha demostrado que la inhibición de PIM2 es una aproximación racional al tratamiento del LDCBG y ha identificado biomarcadores moleculares para estudios de farmacodinámica, característicos de la actividad quinasa de PIM2.
Según los investigadores, este es un "buen ejemplo del potencial de la terapia dirigida contra dianas escogidas por la presencia de mutaciones u otras alteraciones genéticas, y de la utilidad de la identificación de marcadores moleculares en la estratificación de pacientes oncológicos para su tratamiento personalizado".