MADRID 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha dado el visto bueno a la incorporación de Ceuta y Melilla al sistema de prescripción electrónica de recetas interoperables, cuya prestación sanitaria pública está gestionada por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), entidad dependiente del Ministerio que incorpora siete centros de salud y consultorios de Atención Primaria y 48 farmacias.
De este modo, son ya 17 los servicios de salud que cuentan con este servicio común, si bien aún queda pendiente la incorporación de la Comunidad de Madrid que se encuentra actualmente en fase de pruebas.
La receta electrónica se implantó en INGESA en abril de 2013 y, desde entonces, su utilización se ha generalizado en las Ciudades de Ceuta y Melilla donde se supera 92 por ciento de las recetas prescritas por esta vía. Los 17 servicios de salud con servicio certificado de interoperabilidad comprenden el 97 por ciento de los centros de atención primaria y el 87 % de las oficinas de farmacia, dando servicio al 85,5 por ciento de la población.
La receta electrónica en el Sistema Nacional de Salud es uno de los proyectos de interoperabilidad del Ministerio de Sanidad que, junto con la historia clínica, persigue contribuir a la mejora de la calidad y de la accesibilidad de los ciudadanos a los servicios sanitarios.
El objetivo es que los pacientes puedan moverse por todo el territorio nacional y obtener los medicamentos prescritos por su médico en cualquier farmacia del país, independientemente de en qué comunidad hayan sido recetadas y sin necesidad de preocuparse en sus viajes por las fechas de dispensación en las que tienen que retirar la medicación.
Las oficinas de farmacia de las comunidades autónomas que disponen del mismo, habían realizado hasta octubre más de 1.204.307 actos de dispensación, suministrando 2.689.821 envases de medicamentos a pacientes procedentes de otras comunidades autónomas.
No obstante, poner en marcha de este servicio requiere de unos trabajos técnicos de adaptación que implican actuaciones del propio ministerio y, en este caso, un trabajo conjunto del INGESA y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), que representa a los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Ceuta y Melilla, para lograr implantarlo con éxito.