CESM defiende que las unidades de Gestión Clínica sean dirigidas por médicos elegidos de forma imparcial y transparente

Actualizado: lunes, 6 octubre 2014 19:29

MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) reclama que la implantación de las Unidades de Gestión Clínica en el Sistema Nacional de Salud (SNS), en las que los profesionales tendrán autonomía para organizar y gestionar la asistencia, han de estar dirigidas por los médicos con "mayor titulación, mérito y capacidad" y exige que sean seleccionados mediante un proceso "imparcial y transparente".

La organización, que representa a más de 50.000 facultativos en España, recoge esta condición en un documento sobre el desarrollo de tales unidades que ha remitido al Ministerio de Sanidad, en el que se opone "tajantemente" a la libre designación con criterios políticos o administrativos.

"Estamos hablando de un liderazgo natural que se justifica por la probada competencia de quien ha sido elegido para ejercerlo, aunque también se trata en cierto modo de un liderazgo nominal", ha señalado el Secretario General de CESM, Francisco Miralles.

Miralles argumenta además que la elección del médico como director de estas unidades se justifica por varios motivos, uno de ellos porque el término clínico se define como el "ejercicio práctico de la medicina basado en la observación directa de los pacientes y en su tratamiento" y quien lo lleva a cabo "no puede ser otro que el médico". Además, defiende que "los propios pacientes se sorprenderían mucho si quien está al cargo de tales unidades no es un médico".

Y por otro lado, se escuda en que la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS), en vigor desde noviembre de 2003, atribuye al médico "la dirección y evaluación del desarrollo global del proceso [asistencial]", añadiendo a continuación que esto se hará "sin menoscabo de la competencia, responsabilidad y autonomía propias de los distintos profesionales que intervienen en el mismo", lo que abre la puerta a que existan unidades o áreas de gestión clínica cuyo objetivo esencial sean los cuidados y que por tanto pueden estar dirigidas por personal no médico.

El texto de los médicos entiende además que las unidades de Gestión Clínica han de tener estructuras organizativas sencillas que posibiliten una comunicación interna fluida y constante entre sus miembros y que faciliten la toma de decisiones con la suficiente rapidez, aunque sin detrimento de la asunción de responsabilidades y el análisis de las situaciones a la luz del conocimiento científico y de los estándares y protocolos de calidad.

También postula la participación del conjunto de los profesionales en el funcionamiento de las mismas, así como la constitución de un comité elegido entre sus miembros que sirva de apoyo a la propia Dirección.