MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Coordinadora estatal de VIH y sida (CESIDA) ha solicitado, con motivo de la celebración, este martes del Día Mundial contra la Hepatitis, a las comunidades autónomas que asuman el Plan Nacional contra la enfermedad y ha avisado de que Asturias, Castilla y León y Comunidad de Madrid no están suministrando el tratamiento a los presos.
Y es que, en España hay 500.000 personas afectadas con hepatitis B crónica y otro medio millón sufre hepatitis C crónica, de esta cifra se estima que un 65 por ciento lo desconoce. Por este motivo, a finales de marzo, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, con el "visto bueno" de las CCAA, aprobó el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C para considerar a la enfermedad como un problema de salud pública y no como de salud individual.
Ahora bien, en cuatro meses, CESIDA ha lamentado que haya autonomías que no lo han implantado y ha insistido en la necesidad de que el plan cuente con una financiación adecuada para poder ejecutar todas las líneas estratégicas como son la prevención, el diagnóstico, el tratamiento, la vigilancia o la investigación.
"Es fundamental que se desarrolle y se implemente adecuadamente la estrategia de detección en población general y en poblaciones específicas sobre la base de la evidencia científica proporcionada por los estudios de seroprevalencia del VHC y los sistemas de vigilancia epidemiológica", ha afirmado el presidente de CESIDA, Juan Ramón Barrios.
Finalmente, ha destacado la "buena" respuesta a los actuales tratamientos de las personas coinfectadas, aunque ha avisado de la dificultad que algunas personas con VIH pueden tener a la hora de modificar su tratamiento antirretroviral por causa de las interacciones medicamentosas, sobre todo aquellos pacientes que no disponen de más opciones de tratamiento del VIH.
Por ello, ha exigido que las nuevas combinaciones en desarrollo para el tratamiento de la hepatitis c sigan teniendo en cuenta la especificidad de las personas con VIH y que haya un número adecuado de personas coinfectadas en los estudio de los desarrollos de nuevos fármacos.