MADRID 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Entre 800.000 y un millón de personas son alérgicas al veneno de avispas y abejas en España. Con una tasa de mortalidad estimada en un 0,4 por millón de habitantes, entre 15 y 20 personas podrían morir cada año por esta causa según los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
La coordinadora del Comité de Alergia a Himenópteros de la SEAIC y alergóloga del Hospital de Guadalajara, Arantza Vega explica que, "aunque, la mayoría de los pacientes sufre reacciones locales como enrojecimiento, dolor, picor e inflamación en el punto de picadura, muchos de ellos podrían sufrir una reacción generalizada (hipotensión, broncoespasmo y pérdida de conciencia). Una gran mayoría de las personas que sufren una reacción alérgica generalizada tras la picadura de una abeja o de una avispa no son enviadas a un especialista en alergia y, por tanto, no reciben un correcto diagnóstico y tratamiento para su enfermedad, con el riesgo que implica para su vida esta situación".
Entre las comunidades autónomas que mas casos de alergia figuran nos encontramos con Andalucía, Galicia, Castilla y León y la Comunidad Valenciana. La mayoría de las picaduras se producen durante los meses de verano, ya que la actividad, tanto de avispas como de abejas, aumenta en estos meses y la exposición de la población es mayor por el aumento de actividades al aire libre.
Actualmente la herramienta más eficaz para evitar estas reacciones ulteriores es la inmunoterapia con extracto purificado de venenos, cuyo objetivo es modificar la respuesta inmunológica produciendo una desensibilización. Como aclara Vega, "no podemos predecir quien sufrirá una reacción alérgica tras ser picado por una abeja o avispa, pero sí podemos saber que las personas que ya han presentado una, en el 60 por ciento de los casos sufrirán una nueva reacción igual, o más grave que la anterior, si son picados de nuevo".
NO VAN AL ALERGÓLOGO
"La mayoría de los pacientes que sufren una reacción alérgica por la picadura son atendidos en los servicios de urgencias o Atención Primaria, sin que a continuación sean dirigidos a un servicio de alergia para ser diagnosticados y, en consecuencia, se aplique el tratamiento más adecuado para su enfermedad", añade la doctora.
De este modo, es recomendable que las personas que han tenido una reacción alérgica tras una picadura de himenóptero acudan a un alergólogo para que éste les realice las pruebas pertinentes y, en los casos que esté indicado, se les trate con la vacuna específica para el veneno causante de su alergia.
El Comité de Alergia a Himenópteros de la SEAIC está elaborando un mapa de distribución de véspidos en la Península Ibérica. A través de él "pretende conocer la distribución de especies de avispas que pican en cada zona y hacer un mejor diagnóstico de los pacientes. Esto facilitará la identificación y posterior elección del veneno para la vacuna". Se ha terminado la primera parte con el análisis de la zona sur de España.
La tendencia en los últimos años está llevando a que se produzca un aumento en la frecuencia de picadura de abejorros por su utilización en los cultivos de invernadero como agente polinizador. El abejorro provoca ocasionalmente reacciones alérgicas al veneno que inocula al picar, aunque es una especie considerada mucho menos agresiva que las abejas y con un alto poder de polinización, motivo por el que se utilizan en agricultura intensiva.