MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
Cada año en España se producen cerca de 16.000 muertes ligadas a la contaminación y se estima que si una ciudad de las dimensiones de Madrid o Barcelona redujera el nivel de contaminación al recomendado a nivel internacional, se disminuiría en 1.800 el número anual de ingresos hospitalarios por enfermedad cardiovascular y respiratoria y en 3.500 el número de muertes, según han informado este martes la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC).
La SEC y la FEC han querido alertar de los perjuicios que la contaminación provoca sobre nuestra salud cardiovascular, dado que según un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal) de Barcelona, junto con investigadores de Suiza y de la Universidad del Sur de California, ha concluido que las personas que viven cerca de una autopista o una carretera altamente transitada, sufren un deterioro de las arterias el doble de rápido de las que viven en zonas menos contaminadas. En concreto, el grosor de sus arterias carótidas aumentó 5,5 micrómetros más por año.
"La polución es altamente nociva para la salud y en particular para las arterias, considerándose ya como un nuevo factor de riesgo cardiovascular para el que no hay otra solución más que intentar evitarla", según ha explicado el presidente de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la SEC, el doctor José A. Barrabés.
Asimismo, ha señalado que con frecuencia, las personas que más se ven afectadas por la contaminación ambiental son aquellas que presentan otros factores de riesgo cardiovascular como el colesterol elevado, la mala alimentación o el estrés.
Otros estudios experimentales han demostrado que "la contaminación tiene efectos nocivos inmediatos sobre el funcionamiento de nuestras arterias, empeorando la función endotelial", es decir, reducen instantáneamente su capacidad vasodilatadora. Si la exposición se mantiene, "la polución podría provocar, a largo plazo, el engrosamiento y acumulación de grasas en las arterias y desembocar en una arteriosclerosis", ha advertido el especialista.
Además, otra de las consecuencias negativas de la contaminación radica en el favorecimiento de la coagulabilidad de la sangre, aumentando el riesgo de padecer accidentes trombóticos agudos como el infarto de miocardio.
Por estos motivos, la SEC y la FEC recomiendan evitar vivir muy cerca de vías muy transitadas y, a poder ser, alejarnos de las grandes urbes con niveles de contaminación superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, entre 25 y 30 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico.