BARCELONA 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha presentado una nueva técnica pionera en España y Europa para la reconstrucción de deformidades faciales graves mediante el uso de células madre extraídas al propio enfermo, después de que se haya constatado el éxito del tratamiento en dos pacientes.
Dos niños de 13 y 14 años afectados por el síndrome de Parry-Romberg han sido los primeros beneficiados por estas "nuevas líneas de trabajo para la medicina", según explicó en rueda de prensa el jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Vall d'Hebron, Joan Pere Barret, ya que su recuperación ha sido un "éxito" desde su operación a principios de año.
El síndrome de Parry-Romberg, una enfermedad degenerativa que afecta únicamente a entre tres y cinco personas por cada 100.000 habitantes al año y que produce una grave deformación de los rasgos faciales, está considerada una enfermedad "rara", porque no se conocen con exactitud sus causas y afecta a un porcentaje pequeño de la población. Surge en las dos primeras décadas de vida, provoca un desgaste lento y progresivo de los tejidos blandos de la cara, cambios distintivos en ojos y cabello, y en los casos más graves disfunciones neurológicas y cefaleas agudas.
La nueva técnica consiste en la reinyección de tejidos adiposos del enfermo, una vez extraídos y procesados, puesto que este tipo de tejidos es el que tiene mayor concentración de células madre. La técnica, que se ha utilizado en otros campos y representa un futuro esperanzador para substituir a cirugías más invasivas, es la primera vez que se utiliza en Europa para reconstruir deformidades faciales graves.
Barret señaló que esta enfermedad se trataba tradicionalmente con implantes, microcirugías y trasplantes de tejidos, pero estas técnicas presentan "secuelas" en forma de cicatrices o déficits funcionales. La nueva técnica permitirá trabajar con "células madres pluripotenciales del tejido adiposo", que presentan unos "resultados espectaculares" y "minimizan la agresión quirúrgica".
TÉCNICA PIONERA
La doctora del Servicio de Cirugía y Quemados, Elena Arana, indicó asimismo que la técnica parte de una "liposucción convencional" de grasa del paciente, cuyo posterior tratamiento permite la implantación en las zonas afectadas que necesitan "relleno". La operación, con una duración de entre cuatro y cinco horas, "puede llevarse a cualquier tejido blando del organismo".
El equipo médico responsable del nuevo tratamiento explicó que buscarán más áreas de aplicación clínica, y señalaron que procesos similares se están utilizando en otros hospitales para la "reconstrucción mamaria" o de la "función cardíaca". Concretamente, el Hospital 12 de Octubre de Madrid estudia la viabilidad de este proceso para regenerar el miocardio después de un infarto.
Barret puntualizó que esta técnica hará que otras intervenciones quirúrgicas "pasen a la historia", puesto que tratamientos descubiertos hace diez años "comienzan a ser obsoletos". El doctor se felicitó porque cada vez existan cirugías menos invasivas que ofrecen "los mismos resultados".