MADRID 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los trasplantes de células dopaminérgicas o la idea de que las células madre podrán resolver la Enfermedad de Parkinson (EP) "son planteamientos que no están sustentados por datos en estudios clínicos", y aunque los avances logrados en este sentido pudieran reponer el déficit de dopamina en el estriado del cerebro "no servirían para detener la progresión del proceso neurodegenerativo", según afirmaron expertos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED).
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Párkinson el próximo domingo 11 de abril, los especialistas del CIBERNED, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, han querido recordar que para alcanzar el objetivo de curar o frenar esta enfermedad "es necesario actuar en el origen del problema". En este sentido, el CIBERNED cuenta con dos áreas de investigación experimental y clínica que desarrollan varias líneas de trabajo centradas en analizar el inicio y la progresión de la EP.
Por ejemplo, en el estudio ASAP los investigadores están caracterizando aspectos clínicos, de neuroimagen y genéticos en portadores asintomáticos de una mutación del gen LKRR2, con el fin de identificar marcadores clínicos y biológicos de desarrollo de la enfermedad en fases preclínicas, informó el centro en un comunicado. Asimismo, otro estudio trabaja para que en el futuro las células obtenidas de la piel de un paciente puedan, una vez reconvertidas en neuronas, ser implantadas en el cerebro del mismo paciente con el fin de proporcionar una aportación constante de dopamina.
Aproximadamente el 5 por ciento de los pacientes afectados por EP tiene una clara etiología genética o heretidaria y muestran una herencia mendeliana ya sea recesiva o dominante, mientras el 95 por ciento de los casos restantes son esporádicos o de causa desconocida. Los primeros síntomas de la enfermedad aparecen cuando entre un 50 y un 70 por ciento de neuronas dopaminérgicas han degenerado, y pueden incluir temblor en las manos, ralentización de movimientos, rigidez postural, dificultad en el inicio y terminación de la marcha y pérdidas del equilibrio.
En este sentido, la expectativa de los pacientes con EP diagnosticados en España es "muy buena", según los expertos del CIBERNED, "con elevadas probabilidades de lograr una calidad de vida aceptable durante un largo periodo de tiempo". El tratamiento sintomático de la EP, y concretamente de sus manisfestaciones motoras, ha evolucionado en las últimas décadas. Además, el tratamiento quirúrgico, basado en la implantación de electrodos en el núcleo subtalámico o en otras estructuras cerebrales, "se ha confirmado como una técnica eficaz para aliviar las complicaciones motoras derivadas de la EP", señalaron.