BRUSELAS 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea presentará mañana una norma para reforzar los derechos de los pacientes que viajan para recibir tratamiento en otro Estado miembro. La directiva establece que los europeos no necesitan autorización previa de su país de origen para recurrir al 'turismo sanitario' y tienen derecho a que se les reembolse el coste del tratamiento a la vuelta. No obstante, se contemplan una serie de salvaguardas para evitar poner en riesgo la viabilidad financiera de los sistemas sanitarios públicos.
En primer lugar, la nueva norma sobre servicios sanitarios deja claro que no se podrá ir a buscar a otro Estado miembro un tratamiento que no preste la sanidad pública del país de origen del paciente. Es decir, que una irlandesa no puede servirse de esta directiva para ir a abortar a otro Estado miembro y pedir luego al Gobierno de su país que le devuelva el coste.
En el caso de los tratamientos hospitalarios, sí que se permitirá a los Estados miembros introducir un sistema de autorización previa para sus nacionales que quieran ir a otro país de la UE. Eso sí, deberán justificar que, sin esta restricción, podría haber riesgos para el funcionamiento de su sistema sanitario. Este sistema de autorización deberá notificarse a la Comisión y publicarse.
La nueva directiva establecerá una serie de garantías para los pacientes. Tendrán a su disposición más información sobre los sistemas sanitarios y hospitalarios de otros países de la UE, ya que los Estados miembros estarán obligados a suministrarla. Y en caso de que algo vaya mal para el paciente, deberán garantizarse mecanismos de compensación.
Para ello, la norma aclara cuáles son las responsabilidades de los Estados miembros: la calidad y seguridad del tratamiento que se suministra en su país; la información y asistencia a los pacientes; la puesta en marcha de un sistema de compensación; la protección de los datos personales; y la no discriminación de los pacientes de otros países de la UE.
Finalmente, la directiva pretende reforzar la coordinación entre los sistemas sanitarios de los países de la UE. Para ello, apuesta por poner en marcha una red de centros de referencia, compartir los esfuerzos tecnológicos y facilitar el reconocimiento mutuo de las prescripciones médicas.
De acuerdo con los datos del Ejecutivo comunitario, en la actualidad la movilidad de los pacientes es bastante limitada, ya que sólo representa el 1% del gasto sanitario total. La directiva sobre servicios sanitarios responde a una serie de sentencias del Tribunal de Justicia de la UE, que desde 1998 ha reconocido el derecho de los pacientes a recibir atención médica en otro Estado miembro, incluso para combatir las listas de espera, y a que se les reembolsen sus gastos.