BARCELONA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las granjas catalanas registraron un total de seis casos de vacas locas durante el año 2006, cifra que "confirma la tendencia descendente de la enfermedad", según explicó a Europa Press la directora de Agricultura, Ganadería e Innovación de la Generalitat, Montserrat Gil.
Así, los seis casos detectados en 2006 y los cinco registrados en 2005 suponen una "clara muestra" de la "paulatina erradicación" de esta enfermedad del territorio catalán, después de que en 2004 se detectaran diez casos y en 2003 un total de 19.
El último foco apareció el pasado 24 de agosto en Oliana (Lleida) y conllevó el sacrificio de un total de 12 animales, lo que constituye una de las medidas de prevención habituales en estos casos.
Desde que se detectó el primer foco de vaca loca --Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB)-- en marzo de 2001, Catalunya ha sacrificado un total de 2.327 vacunos y la Generalitat ha destinado más de 2,8 millones de euros para indemnizar a los ganaderos afectados.
Además, la Conselleria de Agricultura, Alimentación y Acción Rural ha emprendido otro tipo de medidas de prevención como la prohibición de alimentar al ganado con productos originarios de mamíferos o la destrucción de materiales de riesgo --como tejidos declarados no aptos para el consumo animal o humano--. Además, la Conselleria lleva a cabo un programa de vigilancia activa y pasiva de todas las cabezas de ganado.
NO HAY RIESGO EN EL CONSUMO DE CARNE
Gil destacó que consumir carne de ternera en Catalunya "no entraña riesgos para la salud" humana, ya que la Conselleria analiza todos los animales muertos o sacrificados de más de 24 meses para impedir que, en caso de estar afectados, sean comercializados.
En cuanto al pequeño descenso que ha registrado el consumo de carne en los últimos años, Gil manifestó que se debe más a cambios en los hábitos alimenticios que a la alarma social que surgió con la aparición de esta enfermedad en Catalunya.
