BARCELONA 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
La instalación de desfibriladores en Centros de Atención Primaria (CAP) de Cataluña ha permitido atender 60 casos de paros cardiacos desde que hace tres años la Conselleria de Salud empezó a instalar este tipo de dispositivos, en el marco del Programa de Atención Integral a la Cardiopatía Isquémica.
En una presentación del balance del plan, la consellera de Salud, Marina Geli, destacó que "la proximidad es un elemento clave" para la atención de problemas relacionados con la cardiopatía isquémica como la angina aguda y el infarto agudo de miocardio, entre otros trastornos.
Algunos de los 60 casos de paros cardiacos pudieron ser reanimados. Ante estas cifras, Geli se mostró convencida de que "se han salvado vidas", aunque no pudo especificar el número, a la espera de tener datos más rigurosos.
Los desfibriladores funcionan a través de descargas eléctricas que logran hacer un 'reset' en el corazón, que sufre una desestabilización debido al infarto. Con las descargas, se intenta que el corazón se pare unas décimas de segundo y vuelva a actuar bombeando la sangre con normalidad.
El índice de supervivencia con el uso de este tipo de aparatos se sitúa alrededor del 40% cuando sin el aparato la posibilidad de revivir es de cerca del 4%. Para atender los infartos de miocardio, se han distribuido un total de 300 desfibriladores en todos los CAP y también se ha dotado de esta herramienta a todas las ambulancias de urgencias en Cataluña a través de una inversión de 1,6 millones de euros de la Conselleria de Salud.
Geli remarcó que el programa está acompañado de un plan de formación de los profesionales médicos y de enfermería de atención primaria, así como del personal de ambulancias, a cargo de la empresa Pfizer que ha invertido en ello más de 1,1 millones de euros. Con la iniciativa, se ha formado a un total de 7.284 profesionales.
COLOCAR DESFIBRILADORES EN SUPERMERCADOS.
La consellera explicó que se está planteando la posibilidad de extender esta iniciativa en espacios donde existe una aglomeración de gente, tales como centros deportivos y supermercados, pero "en estos momentos no tenemos una foto final" de la medida que debería ir acompañada de la dotación de personas que tutelen su uso, precisó.
Geli también aseguró que todos los consultorios municipales también dispondrán de desfibriladores en 2006. Se calcula, que en los últimos tres años se han dado hasta 1.300 paros cardíacos fuera de los centros hospitalarios catalanes.