BARCELONA 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Agencia de Salud Pública de Cataluña (Aspcat) ha recortado su personal técnico en un 8,6 por ciento en los últimos tres años, desde los 1.068 empleados de 2010 hasta los 976 que han estado en plantilla este año.
Los datos, que constan en una pregunta parlamentaria consultada por Europa Press, especifican que los recortes de plantilla no han afectado al colectivo de veterinarios ni al de titulados superiores de salud pública, por lo que se han concentrado en los médicos y farmacéuticos de atención primaria domiciliaria --han pasado de 431 a 365 y de 90 a 66, respectivamente--.
La Aspcat trabaja en la mejora de la salud pública individual y colectiva mediante la provisión de servicios, pero también mediante la vigilancia --inspecciones en mataderos o torres de refrigeración para detectar legionela, por ejemplo-- y desarrollando campañas de prevención.
La directora de los servicios regionales de la agencia en Barcelona, Carme Pérez, ha explicado a Europa Press que el descenso en el número de empleados se debe a la no sustitución de las jubilaciones que se han producido en los últimos años, y no a ningún despido masivo.
Asimismo, ha asegurado que el personal contrato venía desarrollando tareas puntuales que, de media, les ocupaban cinco horas a la semana, por lo que su trabajo "ha sido absorbido por los equipos territoriales" de salud pública mediante la reorganización de las cargas.
Pérez ha asegurado que dicha reorganización "no ha comportado un descenso de las actuaciones que se hacen", y que los servicios de prestación de salud pública están totalmente garantizados.
La directora de la Aspcat ha puntualizado que la disminución de la plantilla tampoco ha supuesto un ahorro económico importante para la institución.
La agencia se centrará en 2014 en los objetivos de integrar servicios de salud pública en el modelo asistencial, garantizar un entorno saludable, prevenir enfermedades para las que existan intervenciones de probada eficacia y promover estilos de vida saludables, según consta en la misma respuesta parlamentaria del conseller de Salud, Boi Ruiz.