TORONTO 18 Ago. (Reuters/EP) -
El 91 por ciento de la población presenta en su cuerpo trazas de bisfenol A (BPA), un químico muy usado, según un informe de la agencia federal canadiense de estadística, Statistics Canada, que pretende recopilar el alcance de su absorción en la población.
Esta sustancia, que Canadá ha anunciado recientemente su decisión de prohibir en la fabricación de biberones, es utilizada además en botellas de plástico y como capa de protección de muchos productos, desde recibos de compra hasta latas de comida, aunque tiene muchos otros usos.
"Lo realmente importante en todo esto es que por primera vez tenemos información de referencia para estudiar tendencias y rastrear qué está ocurriendo con respecto a la exposición al bisfenol A", ha señalado Tracey Bushnik, de la división de análisis de la salud del organismo nacional.
Actualmente ciertos grupos de consumidores, haciendo referencia a una posible relación con el cáncer, la obesidad, la diabetes o las enfermedades cardiacas, quieren que las restricciones sean más amplias.
Algunos estudios insinúan que incluso bajos niveles de contacto al principio de la vida podrían afectar el desarrollo neuronal y el comportamiento, lo que ha llevado a Canadá a anunciar planes para prohibir su uso en los biberones.
El informe está basado en una investigación de dos años de duración que midió los niveles de exposición entre los canadienses a más de 80 productos químicos y contaminantes medioambientales.
Así, el trabajo detectó una concentración media de 1,16 microgramos por litro en la orina de los canadienses examinados. Los adolescentes tuvieron la mayor concentración de BPA, mientras que los niños de entre 6 y 11 años registraron un nivel más elevado que los adultos mayores de 40 años. Esto indica que hay una "exposición continua generalizada" al químico, según el informe.
Aunque "los recibos de la compra están impregnados de esta sustancia que se absorbe a través de la piel", el director ejecutivo del grupo de Defensa del Medioambiente, el doctor Rick Smith, ha explicado que "la molécula media de BPA la elimina el cuerpo humano en menos de seis horas".
A su juicio, si se puede conseguir que "al menos el BPA fuera expulsado de algunas artículos importantes de nuestras vidas, los niveles del cuerpo descenderían muy rápidamente".
NIVELES SIMILARES EN OTROS PAÍSES
Por su parte, el médico Joe Schwarcz, autor y profesor de química en la Universidad McGill de Montreal, ha advertido de que "el BPA es utilizado tanto que efectivamente sería sorprendente si no se hubiera encontrado en el cuerpo".
Los datos notificados son similares a los de otros países como Estados Unidos o Alemania. Por este motivo, el doctos Schwarcz ha explicado que "no existe ninguna prueba para declararlo el demonio personificado".
El informe también encontró que todos los canadienses poseen alguna concentración de plomo en sus cuerpos, pero los niveles son significativamente más bajos de los que se registraron por primera vez en una investigación realizada hace 30 años.
Menos del 1 por ciento de los canadienses cuenta con concentraciones mayores a los 10 microgramos por decilitro de sangre, en comparación con el 27 por ciento de hace 30 años. Una alta concentración de plomo en la sangre puede elevar el riesgo de daño en el sistema nervioso y en los riñones.