Casi la mitad de los errores en la medicación por parte del usuario se dan en mayores de 65 años

Mayores en el centro de Mazarrón
IGNACIO RUIZ MARTINEZ
Actualizado: miércoles, 26 diciembre 2012 16:36

Apuesta porque los farmacéuticos dispongan de un acceso al historial farmacoterapéutico de los pacientes, simular al sistema Diraya


SEVILLA, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

El 41,94 por ciento de los errores de medicación encontrados entre la población, y que no son achacables a errores en la prescripción o en la posterior dispensación, corresponde a personas mayores de 65 años, según se desprende de la ponencia 'Errores en la medicación en el paciente de edad avanzada. Prevención y detección desde la oficina de farmacia', que la farmacéutica Purificación Casas expuso durante la 'I Jornada Científico Profesional de la Cátedra Avenzoar', que se ha celebrado recientemente en Sevilla.

Según sostiene esta especialista en su ponencia, recogida por Europa Press y enmarcada en el 'Año Europeo para el Envejecimiento Activo y Solidaridad Intergeneracional 2012', de este 41,94 por ciento de errores totales detectados en la medicación, casi la mitad (el 40,9%) fue por toma de fármacos innecesarios. Por contra, otro 59 por ciento acusó la falta de un medicamento necesario.

Para atajar estos problemas, dicha especialista ha apostado por incentivar el papel del farmacéutico dentro del ciclo de atención sanitaria, aprovechando la "capilaridad" de las oficinas de farmacia y la "cercanía" que los pacientes encuentran con los farmacéuticos, que se convierten "en el último profesional sanitario que les atiende antes de la administración de la medicación".

Casas advierte también en su ponencia que muchos de esos errores de medicación entre personas de la tercera edad derivaban "en finales fatales" que, gracias a la intervención del farmacéutico, "podrían ser subsanados".

Ante esta situación, reclama una "incorporación" del farmacéutico comunitario a los programas de seguridad del paciente junto al resto de profesionales sanitarios, así como el desarrollo de herramientas que ayuden a detectar y prevenir esos errores, "compatibles con la actividad diaria de la oficina de farmacia, que no supongan un esfuerzo extraordinario, e integradas en sus programas de gestión".

En este sentido, Casas apuesta por contar con acceso al historial farmacoterapéutico de los pacientes en el que queden recogidas todas las dispensaciones de medicamentos que se le realicen, de forma similar al sistema Diraya con el que cuentan los médicos de Atención Primaria y hospitalaria.

Así, entiende que podrían evitar "duplicidades o incompatibilidades en el tratamiento", toda vez que aboga por potenciar la comunicación directa farmacéutico-paciente y el uso de protocolos de dispensación activa, que prevengan la falta de adherencia terapéutica, "que en el caso de personas de edad avanzada se eleva a un 58,6 por ciento", advierte.

En referencia al desarrollo de herramientas que ayuden a detectar y prevenir errores en la medicación de personas de edad avanzada, Manuel Ojeda, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, también apuesta en su ponencia 'Aportaciones de las nuevas tecnologías a la adherencia del tratamiento en personas mayores' por la creación de dos proyectos que vinculan las TIC con la Atención Farmacéutica: proyecto Iris y proyecto Parhelio.

PROYECTOS IRIS Y PARHELIO

En primer término, el proyecto Iris promueve el registro y asignación de la medicación por parte de la oficina de farmacia a pacientes crónicos y polimedicados, perfil al que responden habitualmente las personas de edad avanzada.

Esta iniciativa lleva adheridos el establecimiento de protocolos de comunicación con los profesionales encargados de la prescripción de medicamentos, así como el desarrollo de estrategias de educación e información sobre la enfermedad y su medicación a los pacientes afectados, teniendo como fin último la mejora en la adherencia a sus tratamiento de estos pacientes

Por su parte, el proyecto Parhelio estará centrado en el establecimiento de acuerdos de colaboración con asociaciones de enfermos y la creación de una red de farmacias colaboradoras que estén especializadas en la farmacoterapia y fisiopatología específica de esas enfermedades.