Casi uno de cada diez adolescentes de 13 años sufre depresión, siendo más alta en chicas e inmigrantes

Actualizado: miércoles, 12 julio 2006 15:31

MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

El 9,02 por ciento de adolescentes madrileños de 13 años sufre depresión, siendo esta patología significativamente más alta en mujeres (11,40% frente al 6,92% de varones) y en inmigrantes (10,96% frente al 8,19% de nacionales), según concluye un estudio realizado por el profesor Valentín Martínez-Otero, doctor en Psicología y en Pedagogía y profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

La investigación se realizó durante el curso 2005-2006, en un total de 244 alumnos adolescentes de segundo curso de Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.) pertenecientes a cinco centros (3 públicos y 2 privados) de la zona sur de Madrid capital, y que tenían una media de edad de 13'28 años.

Según el profesor Martínez-Otero, desde la adolescencia el predominio de la depresión en la mujer es notorio, debido fundamentalmente a factores de índole biopsicosocial. "Las mayores presiones y las menores posibilidades de realización personal explican en gran medida el incremento de las depresiones femeninas respecto a las masculinas", matizó.

En cuanto a la mayor presencia de sintomatología depresiva en adolescentes inmigrantes, el experto señaló que "hay que tener en cuenta la vivencia del desarraigo, los problemas de inadaptación y exclusión". Además, los inmigrantes están expuestos al estrés del asimilacionismo y a situaciones de rechazo de tonalidad racista y xenófoba, según Martínez-Otero, quien resaltó que estos negativos efectos aumentan en los casos en que los adolescentes carecen del necesario soporte sociofamiliar y económico.

Como causas de la depresión en la población escolar, el autor de la investigación consideró el aumento de la tecnificación y la debilitación de las relaciones humanas en los centros de enseñanza; la facilidad para conseguir drogas; la inadecuada política educativa intercultural, que lleva a un significativo número de escolares a sufrir hostilidad o exclusión y la debilitación de la institución familiar, lo que deja a un buen número de alumnos sin los recursos personales suficientes para hacer frente a los conflictos cotidianos.

En opinión del profesor de Psicología, no escasean los centros escolares que están presididos por la rivalidad feroz y el individualismo y dichos centros se hallan sacudidos por la violencia. Asimismo, el abuso de alcohol y otras drogas --muy asociado a la violencia-- tiene a menudo consecuencias nocivas en la salud mental, por lo que los centros educativos "deberían contar con programas pedagógicos encaminados a informar y a formar a los alumnos sobre el consumo y el abuso de las drogas".

Según el experto, es preciso promover la inclusión y la participación responsable de todos los educandos, así como la construcción de un clima social presidido por la cordialidad, la confianza y la seguridad. La implicación de la familia es igualmente básica, así como la labor de profesionales suficientemente sensibilizados, concluyó.