MADRID 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 78 por ciento en pacientes que presentan ansiedad y depresión sienten algún dolor físico, cifra que se reduce hasta el 59 por ciento de los pacientes que solo sufren ansiedad, según un estudio recientemente publicado en el 'Journal of Affective Disorders'.
Según el informe, desarrollado por diversos centros hospitalarios españoles, a pesar de que el 90 por ciento de estos pacientes había acudido a su médico de Atención Primaria al menos una vez en los últimos tres meses, en más del 60 por ciento de los casos su doctor no asoció este dolor con la ansiedad y la depresión.
"Los síntomas dolorosos pueden enmascarar el diagnóstico de depresión, sobre todo en el ámbito de la Atención Primaria", advierte el doctor Luis Caballero, del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, y uno de los autores del estudio.
A su juicio, "el paciente acude a su médico de cabecera por dolores y quejas somáticas asociadas o formando parte de un cuadro depresivo y, generalmente, sólo recibe un tratamiento analgésico que resulta ineficaz".
El estudio, primero de estas características que se realiza en España y en el que han participado más de 80 médicos de Atención Primaria, analizó un total de 7.152 pacientes que acuden a Atención Primaria por cualquier motivo, de los cuales más del 13 por ciento (981) presentaba ansiedad generalizada, lo que confirma a este trastorno como la segunda enfermedad mental más frecuente en Atención Primaria. Asimismo, más de la mitad de estos pacientes (559) presentaba un trastorno depresivo mayor junto con el trastorno de ansiedad.
"El dolor y otros síntomas somáticos funcionales son muy frecuentes, tanto en la depresión mayor, como en el trastorno de ansiedad generalizada. Diversos estudios disponibles muestran que cuando coinciden ambos diagnósticos en un paciente la frecuencia de estos síntomas supera el 90 por ciento de los casos", señaló el doctor Caballero.
LIMITAN LA RECUPERACIÓN
Además, "los síntomas dolorosos, incluso bien identificados como formando parte del síndrome depresivo, limitan la recuperación de un episodio depresivo y son responsables de que, en muchos casos, el tratamiento no consiga la remisión completa de la depresión, objetivo obvio del tratamiento antidepresivo". Por este motivo, "el resultado óptimo del tratamiento de un episodio depresivo es la remisión completa y precoz también de estos síntomas", afirma.
Los resultados del estudio demuestran que los síntomas somáticos dolorosos en pacientes con ansiedad generalizada se relacionan de manera directa sobre su funcionalidad, productividad y calidad de vida. De hecho, los síntomas dolorosos de estas patologías se asocian a una reducción en la productividad laboral de los pacientes en 1,5 días por semana.
La presencia de síntomas somáticos dolorosos se asoció a un significativo empeoramiento de la funcionalidad global del paciente, que incluía los niveles laboral, social y familiar. Asimismo, esto síntomas dolorosos se asociaron de manera directa a un empeoramiento de la calidad de vida de estos pacientes.