Casi el 70% de las mujeres españoles sigue una rutina diaria de cuidado de su piel, según estudio

Mujeres consumiendo cerveza
EP/BM
Actualizado: martes, 24 agosto 2010 14:43

Un experto recuerda que la contribución de la alimentación es muy importante pero en cambio contribuye poco a su hidratación

MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

Al menos el 92 por ciento de las españolas cree que es importante hidratarse la piel cada día, aunque sólo el 69 por ciento de ellas afirma seguir una rutina diaria de cuidado de su piel y, según un estudio realizado por una marca cosmética, un 53 por ciento no utilizan crema hidratante sino que recurren a pequeños trucos como beber agua o métodos caseros.

En el caso de las mujeres que confiesan no hidratarse la piel a diario, la razón principal es la pereza o la falta de tiempo (82%). Asimismo, el 75 por ciento de las mujeres encuestadas asegura que no es necesaria la crema hidratante para tener un buen grado de hidratación de la piel.

Por otra parte, un 90 por ciento afirma que lo más importante es tener la piel sana y limpia frente a un porcentaje menor que indican que lo importante es tenerla depilada y sin manchas. Y sólo un 14 por ciento afirma que tener la piel bronceada es lo más importante.

El estudio Hidra-Dove, que ha contado con la supervisión del doctor Miquel Ribera, dermatólogo del Hospital del Parc Taulí de Sabadell y vicepresidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), pretende poner de manifiesto el desconocimiento que hay en torno a la correcta hidratación de la piel.

"Ha servido para mostrar las diferencias entre las percepciones y deseos en cuanto a hidratación de la piel de la mujeres españolas. Todos tenemos claro la importancia de contar con una piel sana", advierte Ribera, quien recuerda que "con una alimentación adecuada y bebiendo agua no es suficiente. Para tener la piel sana se requieren unos cuidados y una rutina diaria".

El estudio, realizado sobre una encuesta a más de 1.200 mujeres de diferentes comunidades autónomas de entre 25 a 50 años, refleja que existen ciertas creencias erróneas y dudas sobre los beneficios del agua o la alimentación sobre la piel. Así, el 98 por ciento de las encuestadas asegura que beber agua hidrata la piel y el 85 por ciento de las encuestadas desconocen que la piel pierde el 25 por ciento de su hidratación natural durante la ducha.

"El agua que bebemos llega en un porcentaje muy pequeño a las capas superficiales de la piel y apenas contribuye a su hidratación. Beber agua es bueno para la salud, pero no para hidratar la piel. Para tener una piel sana es necesario que esta esté bien hidratada y para ello lo fundamental es no agredirla y aplicarse a diario una crema o loción hidratante", señala el experto.

Asimismo, recuerda que el uso de geles y jabones para la ducha altera el manto lipídico natural que ayuda a mantener hidratada la piel, "cuando el manto se altera, se pierde agua y la piel tiende a secarse". Por este motivo hay que usar jabones para la ducha que sean poco agresivos para el manto lipídico y aplicarse cremas y lociones hidratantes para ayudar a su regeneración.

PRODUCTOS POCO AGRESIVOS

No obstante, afirma que beber agua contribuye a mantener una buena hidratación del cuerpo pero tiene una repercusión mínima en la hidratación de la piel, y nunca puede sustituir el uso de lociones y cremas hidratantes.

"El agua que llega a las capas superficiales de la piel es la responsable de su hidratación, y llega a través del sudor imperceptible. Lo más importante para que la piel esté hidratada no es el agua que le llega, sino del agua que pierde", añade.

Finalmente, la mayoría de las encuestadas (92%) creen que la alimentación y el estrés afectan a la hidratación de la piel. En el primer caso, Ribera recuerda que "una buena alimentación es fundamental para estar sano y contribuye a que la piel también lo esté y tenga un buen aspecto, pero no es suficiente".

En cuanto a un al estrés, aunque confirma que "es responsable de desencadenar o empeorar muchas enfermedades", en este caso "tiene una influencia mínima", y en caso de tenerla, ésta va en una dirección contraria", ya que "aumenta la sudoración y la secreción sebácea, y en todo caso contribuye a que la piel sea más grasa".