MADRID 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
Casi el 60 por ciento de los pacientes que se han sometido a un trasplante de pulmón sufren disfunción renal crónica, según los datos del estudio ICEBERG realizado por Novartis y presentados en el marco del 24 Congreso Internacional de la Sociedad de Trasplantes.
Se trata de una conclusión clave ya que la evaluación de la prevalencia y gravedad de esta enfermedad, asociada al aumento de morbimortalidad en pacientes trasplantados de pulmón, facilitará el diagnóstico precoz y permitirá introducir mejoras en su manejo y complicaciones futuras.
En el estudio han participado 113 personas con trasplante de pulmón de, al menos, dos años de evolución de seis centros hospitalarios españoles, entre los que se encuentran el Hospital Marqués de Valdecilla (Santander), el Hospital La Fe (Valencia), el Complexo Hospitalario (A Coruña), el Hospital Vall d'Hebrón (Barcelona), el Hospital Puerta del Hierro (Madrid), y el Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba).
Para llevar a cabo el estudio se definió la disfunción renal crónica de acuerdo al criterio clínico del médico y según criterio objetivo de laboratorio mediante el filtrado glomerular (FG).
En este sentido, el consejero médico de Novartis y uno de los autores del estudio, Guillermo Guinea, ha asegurado que la investigación ha puesto de manifiesto que la disfunción renal crónica se había subestimado en el 40 por ciento de los pacientes diagnosticados según criterio clínico, y además se observó una concordancia débil entre el diagnóstico clínico de los investigadores y la disfunción renal crónica objetiva.
"Ningún paciente fue sometido a biopsia renal y sólo en uno se dispuso información de proteinuria a pesar de que en el 11,5 por ciento de los pacientes fue necesario introducir un tratamiento nefroprotector y en el 5,3 por ciento, recurrir a diálisis. Además, en 4 de cada 5 pacientes con diagnóstico clínico de disfunción renal crónica se modificó el tratamiento inmunosupresor, en un intento por controlarla", ha zanjado este experto.