ZARAGOZA 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El cardiólogo catalán Valentí Fuster y el neurólogo Paul R. Mchugh han sido investidos este viernes doctores Honoris Causa por la Universidad de Zaragoza, en un acto presidido por el rector, Manuel López Pérez, en la Sala Paraninfo.
El profesor del departamento de Medicina, Psiquiatría y Dermatología de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Casasnovas, y el Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Zaragoza, Antonio Lobo, han actuado como padrinos principales de Fuster y Mchugh, respectivamente.
Tras el ceremonial de investidura, Valentí Fuster, ha impartido la conferencia 'Los retos de la Universidad: ciencia, salud y educación para todas las edades'.
Fuster, uno de los cardiólogos más prestigiosos a nivel mundial, compagina actualmente su cargo como director del Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinaí de Nueva York con el de Physucuan-in Chief del Hospital y director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) de Madrid.
Nombrado doctor Honoris Causa de treinta universidades, ha publicado más de 900 artículos científicos en revistas médicas de ámbito internacional y dos de los libros de mayor prestigio dedicados a la cardiología clínica.
En 1996 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación y en 2008, el Kurt Polzer de la Academia Europea de las Ciencias y las Artes, entre otros.
Asimismo, ha recibido el Gran Premio Científico del Instituto de Francia, considerado como el más importante de la cardiología.
En los últimos tres años ha publicado seis libros y ha creado la fundación SHE que dirige con el objetivo de mejorar la salud integral en la población.
En un encuentro previo con los medios de comunicación, Fuster ha dicho que, precisamente en estos momentos, es necesario "invertir en ciencia, salud y educación si queremos un país mejor".
"En España están los mejores talentos pero quizás nos falta motivación", ha valorado Fuster.
Con respecto a la fuga de cerebros, ha subrayado que hoy en día es necesario salir al extranjero para aprender y "ventilarse".
Fuster ha insistido en que es "optimista" siempre y cuando seamos capaces de "cambiar de actitud y motivar todo el talento que existe en nuestro país".
Como máxima autoridad internacional en enfermedades cardiovasculares, Fuster ha recordado la importancia de los programas preventivos en niños y jóvenes para conseguir cambiar los hábitos de vida actuales hacía otros más saludables.
También ha dicho que la interacción entre el cerebro y el corazón, combinado con el potencial de las tecnologías de la información, va a marcar la ciencia biomédica del futuro.