MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las ministras de Sanidad y de Justicia, María Luisa Carcedo y Dolores Delgado, han reivindicado este martes a los profesionales sanitarios que tuvieron que exiliarse de España tras el final de la Guerra Civil por temor a represalias. "Su labor fue digna, encomiable y heroica", ha resaltado Delgado durante el acto 'Sanidad y Exilio', celebrado en el Ministerio de Sanidad.
El acto se enmarca dentro de los actos organizados por la comisión interministerial para la conmemoración del 80 aniversario del fin de la Guerra Civil española y de la salida forzada de miles de republicanos españoles hacia Francia, América o el norte de África. En total, alrededor de medio millón de personas cruzaron la frontera peninsular en los Pirineos, entre ellos unos 1.500 profesionales sanitarios, según las cifras recogidas por el Gobierno francés en 1939.
En concreto, y pese a que "los datos de aquella época son pocos precisos", se censaron a 553 médicos, 135 dentistas, 268 farmacéuticos, 503 practicantes y enfermeras y 41 optometristas exiliados. "Debíamos este acto a todo el personal sanitario que tuvo que abandonar sus raíces, su familia y su país para escapar de una guerra injusta y de la represión franquista. Los sanitarios exiliados españoles, como todos los refugiados, salieron con lo puesto, sin recursos terapéuticos adecuados, simplemente con sus manos y su ciencia. Tenían unas precarias condiciones de vida y trabajo, pero realizaron una labor digna, encomiable y heroica", ha defendido la ministra de Justicia.
Al respecto, Carcedo ha añadido que, en su trayecto hacia Francia y otros países europeos, atendieron a "miles de enfermos y heridos". "Desde el principio, los profesionales sanitarios españoles se dedicaron a atender a sus compatriotas exiliados. Cuidaron de sus compatriotas aún careciendo de recursos y medios, tanto en campos de concentración como en hospitales auxiliares", ha asegurado.
A continuación, la ministra ha lamentado que el exilio republicano hizo perder a España "un gran número de ciudadanos, incluidos intelectuales, científicos y grandes profesionales sanitarios, en su mayoría médicos, farmacéuticos y enfermeras". "Los profesionales sanitarios exiliados merecen nuestro recuerdo, son un ejemplo que deben seguir las generaciones presentes y futuras. Debemos sentir orgullo como españoles, porque fueron fieles a la libertad, a la democracia y a su profesión", ha apostillado Delgado.
Carcedo también ha destacado que, además de atender a otros españoles exiliados, los sanitarios exiliados fueron también providenciales en otros países. Un ejemplo es la creación del de Servicio de Emigración de los Republicanos Españoles (SERE), que creó el Gobierno republicano tras la derrota en París. Su propósito era evacuar al mayor número de exiliados de los campos de concentración franceses y se consiguió elaborar el primer registro de los campos desde los que los exiliados emigraban con sus familias a los países de acogida.
Los exiliados que abandonaron los campos de concentración franceses a través del SERE se dirigieron a países latinoamericanos, mayoritariamente a México, pero también a República Dominicana, Chile y Venezuela. "La presencia e integración de médicos y el resto de los profesionales sanitarios españoles exiliados fue clave en el progreso sanitario de algunos países latinoamericanos que los acogieron", ha valorado la ministra.
"Por ejemplo, México se benefició enormemente, y así lo reconocen, del impulso de médicos españoles y otros muchos intelectuales. En Venezuela, donde la mayoría de áreas rurales eran insalubres por el paludismo y las enfermedades mortales, la docencia y la investigación médica recibieron un impulso extraordinario", ha señalado.