SANTANDER, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cantabria trabaja ya en un plan de desescalada para volver a la normalidad una vez superada la crisis del coronavirus, y que se basa en la prudencia y en ir "soltando la cuerda poco a poco" por si alguna de las medidas provoca un aumento de contagios y hay que retroceder.
Así lo ha expresado este lunes el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, en las que, además, también ha avanzado que su departamento dispondrá en breve -previsiblemente esta misma semana- de un plan de reorganización del Servicio Cántabro de Salud (SCS) orientado a evitar el contacto social y entre pacientes en estas instalaciones.
En cuanto al plan de desescalada -o "fase de transición", como prefiere denominarlo Rodríguez- en esta Comunidad Autónoma consta de tres fases, que no se aplicarán de igual forma en todo el territorio regional, ya que se tendrá en cuenta la incidencia del Covid-19, la demarcación territorial y parámetros de información, pasada y presente.
Así, la vuelta a la normalidad será más rápida en áreas rurales, con bajo número de casos, que en centros urbanos, donde irá ligada a la evolución de la enfermedad, al ser los lugares donde más contagios ha habido y donde sigue haciendo positivos.
Al hilo de esto último, el consejero cántabro ha admitido que se siguen diagnosticando nuevos casos, muy vinculados a residencias de mayores, pero también porque se están haciendo "muchas más" pruebas entre la población.
Por eso, ha abogado por ser "muy prudentes" e "ir soltando la cuerda poco a poco", para ver "con cada suelta" qué consecuencias hay y, en función de las mismas, seguir avanzando o retroceder si, por ejemplo, una medida provoca "de repente" un aumento de casos.
REORDENACIÓN SCS
Por otro lado, las distintas gerencias del SCS están trabajando en otro plan de desescalada en los servicios sanitarios de la región, que supondrá una relativa vuelta a la normalidad, porque en ningún caso volverá a ser la misma que había antes de la pandemia.
Así, se reorganizará de "distinta forma" la atención a pacientes para evitar grandes concentraciones en los centros sanitarios y, por tanto, el contacto social y entre los propios usuarios del SCS.
Rodríguez confía en tener en los "próximos días" -incluso esta misma semana- el documento para acometer la vuelta a la normalidad en los servicios sanitarios de la región.