SANTANDER, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cantabria recibirá del Ministerio de Sanidad un total de 266.000 euros para desarrollar programas de prevención e intervención en adicciones, con cargo al Fondo de Bienes Decomisados. Así lo recoge el convenio en materia de drogodependencias para el año 2022, firmado recientemente entre la Comunidad Autónoma y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas.
Con esos fondos, la Consejería de Sanidad implementará diferentes programas de prevención, formación e intervención en drogodependencias y adicciones comportamentales.
De hecho, según ha informado hoy el Gobierno, parte del montante servirá para sufragar el taller 'Ludens: cuando jugar es un problema', ya que la adicción al juego es uno de los problemas de salud más reciente, que afecta especialmente a jóvenes y adolescentes.
Desde la Dirección General de Salud Pública apuntan que esta circunstancia hace necesario emprender talleres y actividades de prevención del juego patológico, orientados, fundamentalmente, al ámbito educativo.
Otros de los pilares de actuación será el desarrollo de estrategias para la reducción de los riesgos asociados al consumo de drogas en jóvenes, entre las que destaca la iniciativa 'Musicate', de prevención del uso de alcohol y otras sustancias entre los jóvenes y adolescentes.
La iniciativa se materializa en campañas de sensibilización e información en espacios de ocio (eventos musicales), lugares donde se reúne a un gran número de jóvenes.
Gracias a los dispositivos de información y atención, que se instalan en espacios frecuentados por un público joven, se consigue un impacto mayor de la información y la formación, tal y como señalan desde la Dirección General de Salud Pública.
Por último, el convenio servirá para intensificar la formación en adicciones, sobre todo para actualizar las competencias de los profesionales sanitarios de Atención Primaria en el campo de las conductas adictivas.
También, se potenciará el programa de intervención en adicciones en el centro penitenciario del Dueso, dirigido a una población particularmente vulnerable, y que sirve para coordinar y acercar los recursos comunitarios de adicciones a la población reclusa.