Cantabria prorroga el toque de queda de 22 a 6 horas hasta el 11 de diciembre

Calle San Francisco de Santander la segunda noche de toque de queda en Cantabria. Archivo
Calle San Francisco de Santander la segunda noche de toque de queda en Cantabria. Archivo - Juan Manuel Serrano Arce - Europa Press
Publicado: jueves, 26 noviembre 2020 17:00

Será de aplicación a partir de las 00.00 horas de este sábado, día 28

SANTANDER, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

Cantabria ha decidido prorrogar el toque de queda vigente en la Comunidad Autónoma, que limita la libertad de circulación entre las 22 y las 6 horas, hasta el próximo 11 de diciembre, inclusive, como medida para mantener la tendencia a la baja de los contagios por COVID-19 y a propuesta de la Dirección General de Salud Pública.

El decreto que firma el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, se ha publicado esta misma tarde en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) y será de aplicación a partir de las 00.00 horas de este sábado, día 28 de noviembre.

El informe de Salud Pública en el que se apoya la medida, emitido con fecha de 25 de noviembre, refleja que Cantabria permanece en estos momentos en situación de "riesgo extremo" y, pese a que la incidencia acumulada a 7 y 14 días ha disminuido en los últimos días, los indicadores sanitarios de ocupación hospitalaria y ocupación UCI han registrado una evolución al alza.

Por este motivo, se propone prorrogar el toque de queda actual "con el objetivo de detener los contagios, evitar el aumento de los mismos, reducir la sobrecarga de la enfermedad y la mortalidad en la población y el colapso sanitario".

Además, se certifica que el adelanto del inicio del toque de queda a las 22 horas establecido el pasado 14 de noviembre "está mostrando eficacia, ya que produce una disminución directa de los encuentros sociales y, por ende, de los contactos estrechos que se podrían producir".

Finalmente, la norma deja abierta la posibilidad de prolongar nuevamente la restricción de movilidad nocturna transcurridos estos 14 días naturales o, por el contrario, "dejarse sin efecto en atención a la evolución epidemiológica", si bien Salud Pública apunta al respecto que "no es epidemiológicamente realista esperar que el nivel de alerta pueda disminuir hasta nivel 2 en un plazo inferior al propuesto".