MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los cannabinoides, compuestos derivados de la planta de marihuana (cannabis sativa) prometen un gran potencial para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple, el mal de Alzeheimer y también como terapia antiinflamatoria e inhibidora del vómito y las náuseas. Ese potencial terapéutico será actualizado y debatido hoy y mañana en Madrid por expertos de distintas partes del mundo que se reúnen en la Fundación Areces, en el marco del Simposio 'Cannabinoides: nuevas herramientas en el tratamiento de las enfermedades neurológicas'.
Según explicaron hoy los profesores José Antonio Ramos, Javier Fernández Ruiz y Manuel Guzmán, coordinadores del simposio, "los datos obtenidos en la investigación preclínica y en los ensayos clínicos apoyan la idea de que la modulación de la acción de cannabinoides y endocannabinoides podría ser en el futuro una estrategia farmacológica eficaz en el tratamiento de los síntomas o la progresión de algunas enfermedades neurológicas".
Los expertos comentaron que los avances de la investigación en cannabinoides en los últimos 10 años han sido consecuencia del descubrimiento del 'sistema cannabinoide endógeno', un nuevo sistema de comunicación intercelular activo tanto a nivel central como periférico. La posibilidad de conocer las modificaciones que ese sistema sufre en ciertas patologías abrió el campo para estudiar las propiedades terapéuticas de los cannabinoides y pronosticar el tipo de manipulación farmacológica posible en cada caso.
"Hoy sabemos que los cannabinoides de la planta actúan en nuestro organismo mimetizando la acción de los "endocannabinoides", moléculas de naturaleza química similar que, producidas por el cerebro, controlan procesos como la actividad motora, la memoria, el aprendizaje, el apetito, el vómito, el dolor, la superviviencia neuronal y ciertas respuestas motivacionales" explicó Guzmán.
Sobre la base de ese conocimiento, los especialistas explicaron que las investigaciones se orientan a conocer el potencial terapéutico de los cannabinoides en diversos trastornos neurológicos y en enfermedades neurodegenerativas buscando que ayuden a aliviar el dolor neuropático. En ese sentido, el profesor Roger Pertwee de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido) comentó que en su país se comercializa un medicamento basado en el principio activo del tetrahidrocanabinol (THC) -una sustancia extraída de la cannabis sativa- para inhibir el vómito y las náuseas en pacientes con cáncer y sida y para revertir la pérdida de peso masiva que genera el sida.
OTROS EFECTOS TERAPÉUTICOS El objetivo del simposio, según manifestaron los coordinadores, es impulsar en España -ya hay algunas iniciativas en Cataluña y en la Universidad de Tenerife- los ensayos clínicos para comparar el Sativex, medicamento compuesto de un 50% de cannabidiol y 50% de THC- ambas sustancias extraídas de la planta de la marihuana- como inhibidor del vómito y las náuseas en relación con los antieméticos actualmente en uso.
Sobre estos compuestos, el profesor Raphael Mechoulam, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, explicó que mientras el THC tiene efectos colaterales, el cannabidiol viene a atenuar esos efectos que pueden afectar, de alguna manera, la vida cotidiana del paciente.
Este especialista destacó además que el cannabidiol, por sí solo, también ha demostrado, siempre en ensayos preclínicos, tener efectos positivos como antiinflamatorio para tratar la artritis y también, al activar los receptores cannabinoides tipo CB2, presentes en los huesos, podría contribuir a la reconstrucción del hueso afectado por la osteoporosis.
De todos modos, Guzmán se preocupó por resaltar que, si bien los cannabinoides ofrecen un potencial importantísimo para el tratamiento de ciertas enfermedades, aún están en una etapa de investigación preclínica y que para su aplicación en seres humanos aún falta tiempo: "En modelos preclínicos establecidos en laboratorio, los cannabinoides ofrecen efectos prometedores en distintas patologías, pero de ahí a que se puedan utilizar en humanos aún falta un largo camino por recorrer".
Los expertos explicaron que la planta de la marihuana tiene más de 400 sustancias químicamente caracterizadas pero que, aunque ofrece un gran potencial para el tratamiento de diversas enfermedades, "no va a ser la aspirina" y subrayaron que lo importante es orientar las investigaciones para determinar qué compuestos, o derivados de esos compuestos, pueden ser útiles en determinadas enfermedades.