VANCOUVER, 18 Abr. (Reuters/EP) -
El único centro autorizado de Norteamérica para inyectarse drogas ilegales, situado en Vancouver (Canadá), ha reducido las muertes por sobredosis y podría utilizarse como modelo en otras ciudades, según un estudio publicado en 'Lancet'.
El trabajo se publica cuando la justicia de Canadá se prepara para oír la demanda sobre el intento del gobierno federal de cerrar este centro, denominado Insite, pese a que las autoridades locales y la Policía quieren mantenerlo abierto.
Los adictos a la heroína y la cocaína cuentan en este centro con agujas limpias para autoinyectarse sus propias drogas en una sala supervisada por una enfermera. Después pueden permanecer en otra sala de descanso antes de volver a las calles.
Estas instalaciones han reducido las muertes por sobredosis en un 35 por ciento en el Eastside del centro de Vancouver, que presenta una de las tasas de adictos más altas de Canadá, según este estudio.
Las muertes por sobredosis han caído en todo Vancouver al mismo tiempo, pero mucho menos que en el área cercana a este centro, donde viven la mayoría de sus usuarios, según los investigadores del Centro de Excelencia B.C. en VIH/Sida.
Insite ha sido financiado por la provincia de la Columbia Británica y requiere una exención de las leyes sobre drogas de Canadá para mantenerse abierto. Inicialmente, se permitió su apertura como un ensayo médico, mientras que los investigadores estudiaban si podía reducir las muertes por sobredosis, controlar la expansión del VIH y ayudar a los adictos a iniciar tratamientos sin aumentar la tasa de criminalidad en el barrio donde se ubicaba.
Los críticos de Insite decían que este centro podía promover el uso de drogas ilegales. Por su parte, el gobierno federal ha dicho que quieren cerrar este centro ya, porque el periodo para realizar la prueba médica había concluido. Estados Unidos ha urgido a Canadá a cerrar este centro.
Dos tribunales han bloqueado los esfuerzos del gobierno, señalando que Insite debe mantenerse abierto por tratarse de un servicio médico necesario. Ottawa ha apelado estas resoluciones ante la Corte Suprema, que espera juzgar el caso en mayo.
Según Chris Beyrer, de la Johns Hopkins Bloomberg School de Salud Pública en Baltimore, "los cientos supervisados para usuarios de drogas tienen un importante papel que jugar en las comunidades afectadas por drogas inyectables".