Una cadena de clínicas dentales deja a un millar de clientes de Valencia sin tratamiento ya pagado

Dental Line
EP
Actualizado: miércoles, 11 noviembre 2009 10:58

VALENCIA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de un millar de valencianos clientes de la cadena de clínicas dentales Dental Line pueden quedarse sin un tratamiento dental que ya han pagado a través de una financiera debido al colapso de la empresa, a cuyos propietarios acusan de haber desaparecido después de haber "cogido el dinero".

La mayor parte de clientes han financiado sus tratamientos dentales y han pagado "desde 500 hasta 12.000 euros", según explicó a Europa Press Televisión el dentista Antonio Mora, quien cifró en 140.000 euros el dinero en tratamientos pendientes ya pagados por los clientes sólo en su clínica, pero que no se podrá llevar a cabo.

Por su parte, los trabajadores de las clínicas, que siguen trabajando a pesar de no saber nada de los dueños de la empresa, están avisando a sus clientes para que recojan sus historiales y para que acudan a Consumo a presentar una reclamación. Les están dando, asimismo, su financiación "para que puedan ir al juez y ver cómo se arregla el asunto", agregó.

Los clientes, llegan desconcertados a la clínica sin saber muy bien cuál va a ser su futuro y la solución. "¿Ahora tengo que continuar arreglándole la boca a mi hijo en otro sitio pagando otro dinero que he solicitado?, ¿Qué va a ocurrir con el crédito, lo tengo que seguir pagando?", se pregunta al respecto Carmen Navarro, quien afirma que necesitan que le devuelvan su dinero.

La cadena tiene cuatro clínicas en Valencia, algunas de las cuáles tratan de seguir con los tratamientos que tienen pendientes pero sin admitir nuevos clientes, mientras que otras, como la situada en el barrio de Jesús, no pueden trabajar porque les han cortado la luz debido a diferentes impagos. No obstante, sus trabajadores, a los que les deben dinero, siguen acudiendo cada día a su puesto de trabajo ya que no tienen la carta de despido.

Este médico estomatólogo explicó que Dental Line no es una franquicia, sino una cadena de clínicas propiedad "de dos personas de Granada". Al parecer, una serie de "inversiones mal realizadas por los propietarios han llevado a una especie de agujero económico que han intentado tapar vendiendo la mitad" de la empresa a Adeslas y quedándose con la otra media, pero la jugada no les ha salido bien. "Se ve que no han tapado los agujeros que tenían que tapar" y "han empezado a aparecer denuncias de empresas a las que se debe dinero", comentó.

"Lo que han hecho estos señores es coger el dinero, llevárselo y estar en paradero desconocido", indicó Mora, quien comentó que las clínicas no tienen dinero para pagar prótesis ni material para admitir nuevos clientes. De hecho, en la clínica de Valencia en la que trabaja este dentista han cortado la luz porque "ha habido impagos durante varios meses" y no tienen material porque "se le debe dinero al protésico".

Debido a esta situación, los clientes de las clínicas están viendo cómo sus tratamientos se quedan a mitad. En algunos centros tratan de terminar los trabajos que pueden, pero en otros como en el de Mora, no pueden trabajar por falta de luz y de material. Además, les deben dinero. Dos meses en el caso de la enfermera y la recepcionista y 6.000 euros y otros atrasos a Mora, según denunció. "Me siento fatal, no tenemos director, no hay nadie. Nos sentimos desprotegidos", indicó el doctor.

TRATAMIENTO SIN EMPEZAR.

Entre los clientes afectados hay casos dramáticos, en los que han pagado hasta 12.000 euros por un tratamiento que se ha quedado a mitad. En otros casos, como en el de Carmen, han desembolsado una cantidad que considera "bastante importante" de dinero por un tratamiento que ni siquiera ha empezado a recibir. Esta mujer se siente estafada, sobre todo porque le dieron presupuesto y empezó a pagar hace tan sólo dos meses. "Supongo que cuando me obligaron a pedir ese crédito ya sabían lo que iba a ocurrir, porque prácticamente ha sido solicitar el crédito sin llegar a hacernos ningún tratamiento y encontrarme con que la clínica va a cerrar", indicó.

Ahora espera que alguien les "eche un cable" y que le devuelvan el dinero. "Necesito que me devuelvan mi dinero, y si se lo han dado a un señor, que me lo devuelva, que es mío, que es para un problema de salud, no para un capricho", indicó y menos para el caso de su hijo, que es tetrapléjico. "Están jugando con la vida y la salud de las personas", protestó.

Isabel es otra afectada, a la que le han dejado un tratamiento "a medias", e incluso le han dejado un puente "a mitad". "Me llamaron el otro día y me dijeron que la clínica estaba cerrada, que se habían llevado todo y nos habían dejado en la calle", comentó.

Esta paciente financió una parte de su tratamiento, pero más que el dinero, lo que quiere es que le terminen el tratamiento. "Si ellos me han dicho que se iban a encargar de arreglarme la boca pues que me la arreglen", señaló.

Benjamín es otro de los pacientes de Dental Line. En junio le pusieron una funda que se le ha caído y quiere que vuelvan a ponérsela. Como en la clínica de Jesús es imposible, porque no tienen luz, intentan enviarlo a alguna otra clínica de la cadena, pero no pueden localizar su historial porque los ordenadores no funcionan por falta de luz. "No sé qué tengo que hacer, me encuentro que aquí no hay nadie, que no pueden trabajar porque no tienen luz y yo necesito la funda", comentó.

DAR LA CARA.

Los pacientes de Dental Line destacan la labor de los trabajadores de las clínicas, que les están informando de la situación. Éstos afirman que están "dando la cara" aunque no les corresponda hacerlo, porque se sienten "responsables" de sus pacientes. Los trabajadores del centro de Jesús siguen yendo cada mañana a la clínica a pesar de que no pueden trabajar, porque no tienen carta de despido.

"La empresa nos ha dejado abandonados, con lo que tenemos que permanecer en nuestro puesto hasta que venga un inspector de trabajo, vea que las condiciones en las que estamos son infrahumanas y cierre el local. Entonces ya seremos libres, mientras estamos esclavizados a venir a trabajar, sin cobrar y sin poder hacer nada más que informar al público", concluyó.