Cada vez más cerca de la vacuna para prevenir la infección por estreptococos

Actualizado: viernes, 30 octubre 2009 18:03

MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos han completado un estudio clínico en fase II que indica que el desarrollo de una vacuna para prevenir la infección por Estreptococos del grupo B (EGB) es posible y que se está cada vez más cerca de su consecución. Los resultados de su estudio se han dado a conocer durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas que se celebra en Filadelfia (Estados Unidos).

El EGB es la causa más común de sepsis y meningitis en los recién nacidos en los Estados Unidos, según los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades de Atlanta. También puede causar enfermedad grave en las mujeres embarazadas, los mayores y los adultos con enfermedades crónicas. La colonización del tracto genital o gastrointestinal es un factor de riesgo crítico para las infecciones por EGB.

La bacteria del Estreptococo de grupo B, que se encuentra de forma común en los intestinos y los genitales, puede infectar al feto durante la gestación y el nacimiento o después del parto. Las infecciones asociadas al embarazo pueden conducir a graves consecuencias para las mujeres, incluyendo la muerte del feto.

En la actualidad, una tercera parte de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos dan positivo en la infección sin síntomas y reciben antibióticos durante el parto para prevenir la infección del recién nacido.

Aunque los antibióticos son bastante eficaces, el uso extendido de estos fármacos entre las embarazadas preocupa a las autoridades sanitarias. Muchas mujeres son alérgicas a la penicilina y los antibióticos derivados de ella, que es el tratamiento estándar, y está aumentando la resistencia de la infección a otros antibióticos comunes.

Los científicos, dirigidos por Sharon L. Hillier, realizaron un ensayo aleatorio doble ciego de la vacuna para el EGB que incluía a 650 mujeres no embarazadas sexualmente activas de entre 18 y 40 años que eran negativas al EGB en la vagina y el recto al inicio del estudio. Aproximadamente la mitad de las mujeres del grupo control recibió una vacuna autorizada para el tétanos y la difteria en vez de la vacuna para el EGB.

Las mujeres fueron seguidas durante 18 meses después de que fueron vacunadas y analizadas en relación al EGB a intervalos de tiempo regulares. El objetivo del estudio era ver si la vacunación podían prevenir o disminuir la colonización por uno de los subtipos más comunes de la bacteria del EGB, el tipo III.

Aunque la vacuna tuvo un efecto modesto sobre la colonización bacteriana, del 36 por ciento en la vagina y del 43 por ciento en el recto, proporcionó alguna protección a lo largo del periodo de estudio. La vacuna del EGB también fue segura y bien tolerada y provocó una respuesta inmune fuerte.

Según concluyen los investigadores, el siguiente paso para prevenir la enfermedad por EGB sería desarrollar vacunas para proporcionar protección contra un rango más amplio de tipos de EGB y evaluarlas en ensayos clínicos.