BARCELONA 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada ocho pacientes de un alto riesgo cardiovascular, es decir, que posea varios factores de riesgo como hipertensión, tabaquismo, colesterol o diabetes, sufrirá un ictus, un infarto o fallecerá al cabo de un año, según el registro mundial REACH.
El análisis se basa en el estudio de la aterotrombosis, la formación de un coágulo de sangre de grasas acumuladas en las arterias que produce una falta de riego sanguíneo. Si afecta al corazón provoca un infarto de miocardio, si se localiza en el cerebro causa la aparición de un ictus y si se produce en las piernas provoca una parálisis.
El REACH, que sigue la evolución durante cuatro años de 68.000 pacientes de 44 países con riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, establece, en estas conclusiones parciales, que de los 2.515 pacientes españoles de la muestra, el 60% no tiene controlado la hipertensión, el 35% posee la glucosa elevada y el 43% presenta niveles altos de colesterol total.
En este sentido, esta patología, que es la primera causa de muerte de mujeres en España, vive, según explicó la doctora coordinadora nacional del REACH, Carmen Suárez, una "situación no óptima y mejorable", ya que un elevado porcentaje de los pacientes presentan un "manejo deficitario en relación al control de los factores de riesgo y a la adherencia a un tratamiento adecuado".
NECESIDAD DE ADHERENCIA A LOS TRATAMIENTOS ÓPTIMOS.
Asimismo, según indicó Suárez "queda mucho por hacer y por mejorar", ya que "aunque un 60% recibe el tratamiento óptimo para su enfermedad, hay muchas personas que no se adhieren a él", destacó. Los motivos son distintos, pero pueden ser provocados por la "falta de información, el difícil acoplamiento del fármaco a la vida diaria, y el coste", indicó Suárez.
En esta línea, el pronóstico para el enfermo que esté óptimamente tratado y siga adecuadamente las recomendaciones sobre hábitos de vida puede ser "excelente", según reveló el cardiólogo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, José Ramón González Juanatey.
Sin embargo, el problema reside en que "los médicos no siempre aplican las guías y el control de los factores de riesgo sigue siendo malo", detalló. Por este motivo, el experto afirmó que se trata de "una cuestión de todos", donde, a parte de los profesionales sanitarios y los pacientes, la Administración, el sistema educativo y los medios de comunicación "tienen una gran responsabilidad".
Por este motivo, Juanatey, que expresó su satisfacción por la aprobación de la Ley Antitabaco y la calificó como "el hecho más importante realizado los últimos 25 años en materia de salud pública", comentó que "se deben incorporar contenidos de salud cardiovascular en la educación de los niños".
ENFERMOS SEGÚN EL PODER ADQUISITIVO.
Además, el doctor expuso que la enfermedad cardiovascular "se concentra en los niveles socioeconómicos más bajos, que son los que tienen un menor acceso a la información". De esta manera, la obesidad, por ejemplo, guarda una relación directa con el poder adquisitivo y el grado educativo.
Por su parte, la doctora Suárez recordó que la enfermedad aterotrombótica se debe tratar de una manera "global", ya que los pacientes que "hayan sufrido un ictus, también tienen muchas posibilidades de tener un infarto". En este sentido, se trata de "enfermedades interrelacionadas", donde destaca "el alto porcentaje de pacientes que tienen afectados los tres territorios, el corazón, el cerebro y las extremidades inferiores".
En el caso de los pacientes españoles incluidos en esta investigación, 297 presentaban sólo varios factores de riesgo, 2.218 tenían síntoma de enfermedades vascular en corazón (61%), cerebro (36%) y piernas (18%).
Por otro lado, la Federación de Diabético Españoles (FEDE) presentó, en el marco del Congreso Mundial de Cardiología, la campaña 'Una mirada más atenta', a través de la cual se pretende transmitir "por qué los pacientes deben controlar sus cifras de tensión arterial, vigilar el colesterol o tratar su diabetes", según expuso uno de sus miembros, Javier Torrents.