Uno de cada cuatro fracturados de cadera mueren en un plazo de cinco años

EP
Actualizado: martes, 4 agosto 2009 18:40

MADRID 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

Aproximadamente el 25 por ciento de los hombres y mujeres de 50 años o más que sufren fracturas de cadera y el 16 por ciento de los que padecen fracturas espinales mueren en los cinco años siguientes, según un estudio de la Universidad McMaster en Canadá que se publica en la edición digital de la revista 'Canadian Medical Association Journal' (CMAJ).

Los investigadores utilizaron datos del Estudio de Osteoporosis Multicéntrico de Canadá y examinaron la relación entre las nuevas fracturas y la mortalidad en un periodo de cinco años en más de 7.750 canadienses de 50 años o más. El estudio, que examinaba varios tipos de fracturas, difería de investigaciones previas en que el grupo de estudio era representativo de la población general.

Según explica George Ioannidis, responsable del estudio, "las fracturas de cadera podrían tener efectos a largo plazo que dan lugar finalmente a la muerte al señalar o inducir un progresivo declive en la salud. Nuestros resultados también mostraron que la fractura vertebral era un predictor independiente de la mortalidad".

Además, los investigadores descubrieron que todos los tipos de fracturas óseas eran más comunes entre las mujeres que entre los hombres, con la excepción de las fracturas en las costillas. Los autores también determinaron que las fracturas estaban asociadas con otras consecuencias negativas como mayor dolor, inmovilidad y menor calidad de vida.

"Las personas deberían saber que las fracturas son un grave problema de la osteoporosis. No sólo reducen la calidad de vida asociada a la salud sino que de hecho causan mortalidad. Así que las fracturas de cadera y espinales deben ser tomadas en serio y deben prevenirse en los pacientes tratados por osteoporosis", añade Ioannidis.

El estudio descubrió que los factores como el tabaquismo, la actividad física y la prevalencia de otras enfermedades aumentaban el riesgo de mortalidad pero también los niveles de educación bajos.

Los autores concluyen que deben ponerse en marcha actuaciones para reducir la probabilidad de fracturas, lo que incluiría medicamentos para la osteoporosis, prevención de caídas, protectores para las caderas y una mayor rehabilitación después de una fractura para mejorar la movilidad y la fuerza.