MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada cuatro españoles duerme peor que el año pasado y de ellos, uno de cada cinco lo achaca a los problemas laborales y el miedo al paro, según una reciente encuesta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) presentada por la vicepresidenta de INFITO, Teresa Ortega.
Según esta investigación, basada en 1.000 encuestas telefónicas, a pesar de que el 51 por ciento de la población dice 'dormir igual' este año que el pasado y que incluso un 12 por ciento reconoce 'dormir mejor', la crisis está afectando el sueño de los españoles, pues sus efectos superan, por primera vez, a las preocupaciones relacionadas con la familia y la salud.
Un 30 por ciento de la población tiene al menos alguna de las manifestaciones propias del insomnio, aunque el insomnio crónico afecta sólo al 10 por ciento de la población, según la última Guía de Práctica Clínica del Insomnio en Atención Primaria. El insomnio crónico aumenta el riesgo de padecer hipertensión, diabetes y depresión, entre otras patologías.
Para el doctor Antonio Vela, profesor de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid y responsable del Laboratorio del Sueño Humano, "cualquier situación de crisis social causa mayor estrés a grandes grupos de población y no es aventurado decir que al menos el insomnio transitorio ha podido aumentar".
LA CAMA NO ES LUGAR PARA PENSAR
No obstante, este experto advierte de que la capacidad de cada individuo para conciliar el sueño "depende de su capacidad para hacerle frente al estrés", una habilidad que está influenciada por factores familiares --como 'heredar' un determinado carácter--, pero también por el factor aprendizaje.
"Hay una tendencia a sufrir insomnio si los padres también suelen padecerlo. Creemos que podría haber una predisposición genética", ha señalado el doctor Vela, para quien el 'perfil' del insomne es el de una persona obsesiva, con problemas para expresar sus sentimientos y con "alta emocionalidad", es decir, que se alarma con facilidad ante el estrés.
"Las características de la persona vulnerable a padecer insomnio en situaciones de estrés son la facilidad para activarse, cavilar mucho y mucha actividad cognitiva (pensamientos) antes de dormirse", ha enumerado.
"Una característica psicológica de los insomnes --añade-- es la tendencia a internalizar las emociones. Por ello, expresarlas adecuadamente puede ayudar a prevenir el insomnio".
EL 'JET LAG' SOCIAL DE LOS JÓVENES
Trabajar en turno de noche genera "más problemas de salud que trabajar en turnos con horario convencional" y dormir siesta, si son de menos de 20 minutos --lo que en el mundo anglosajón se conoce como 'power nap'-- puede resultar "positivo", tanto para la salud del trabajador como para su rendimiento. "Dormir más --dice el experto-- es contraproducente".
Según el doctor Vela, que cada vez sean más los jóvenes que acuden a las consultas de los especialistas con problemas de insomnio está relacionado también con un fenómeno voluntario que ha denominado 'jet lag' social, por el que los jóvenes duermen menos para salir más.
"Antes el fin de semana comenzaba el sábado por la tarde, ahora --dice-- los fines de semana empiezan los jueves y eso puede generar la aparición de futuros insomnes".
También se refirió a los problemas de sueño en niños, diciendo que fijar horarios para irse a dormir previene el insomnio de adultos. La situación es la misma para los adolescentes, pues los "más trasgresores" en horarios son los que más problemas presentan para conciliar el sueño. En el caso de los adultos, Vela aconseja "irse a dormir cuando se comience a tener sueño".
Según el doctor Alberto Sacristán, especialista en Atención Primaria y miembro de la junta directiva a de INFITO, el cambio de hora que tendrá lugar en la madrugada del sábado al domingo (el domingo 31 la hora se deberá atrasar de las 03.00 a las 02.00) "puede provocar síntomas de insomnio transitorio a algunas personas con problemas de base". Esta situación, si no pasa "en dos o tres días", deberá ser consultada con el médico.
DOS DE CADA TRES, A FAVOR DE LAS PLANTAS MEDICINALES
Según la encuesta de INFITO, dos de cada tres de los encuestados (67%) está a favor de tomar plantas medicinales contra el insomnio.
Para la doctora Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta de INFITO, los preparados de plantas medicinales que ofrecen el las farmacias, a base de plantas como la melisa, la pasiflora o la valeriana, pueden ser una buena opción para lograr dormir.
Según una investigación canadiense publicada el pasado mes en la revista 'Canadian Journal of Psychiatry', el consumo de fármacos de síntesis para dormir o aliviar la ansiedad se asociaban con un aumento del 36 por ciento en el riesgo de muerte prematura porque reducen la alerta y coordinación, propiciando accidentes, y agravan también ciertos problemas respiratorios.
"La amapola de California es eficaz para aliviar la ansiedad y conciliar el sueño, la pasiflora prolonga las fases del sueño profundo y evita los despertares nocturnos y la valeriana reduce la ansiedad y favorece el sueño sin producir somnolencia durante el día", explica.
"La farmacia --dice-- es el único establecimiento autorizado para dispensar medicamentos, sean de origen natural o sintético, y el único que cuenta con todas las garantías de eficacia y seguridad".