BARCELONA 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cada año se incorporan 60.000 nuevos pacientes a programas de diálisis en centros de toda España, de los que un millar se encuentran en Cataluña, y los expertos estiman que entre el 10% y el 12% de la población sufre insuficiencia renal crónica.
Así lo han destacado expertos reunidos en el 1st Symposium Update in Dialysis, liderado por el Hospital Clínic de Barcelona - Idibaps, con la colaboración de Fundación Catalunya La Pedrera, Fresenius Medical Care y Amgen.
En 2011, 5.800 nuevos pacientes iniciaron tratamiento sustitutivo renal mediante diálisis o trasplante renal, y de ellos el 15% lo hicieron mediante diálisis peritoneal, un 2,7% recibió un trasplante renal anticipado, es decir, sin haber pasado por diálisis, y el 82% restante lo hizo mediante hemodiálisis.
"El número de pacientes con insuficiencia renal se ha mantenido estable en los últimos años debido a los esfuerzos realizados para controlar la progresión de la enfermedad", ha señalado el jefe de Sección de Diálisis del Servicio de Nefrología del Hospital Clínic y coordinador de este simposio internacional, Francesc Maduell.
Sin embargo, ha destacado que "la prevalencia de pacientes en tratamiento renal sustitutivo a través de programas de diálisis se ha incrementado un 2% debido probablemente a la reducción de la mortalidad".
Precisamente, los pacientes renales presentan un riesgo de 10 a 20 veces superior de mortalidad por complicaciones cardiovasculares, un riesgo que no disminuye en el caso de los pacientes incluidos en programas de tratamiento renal sustitutivo ya que alrededor de la mitad de los fallecimientos registrados se relacionan con este tipo de alteraciones.
Según el presidente de la Sociedad Española de Nefrología, Alberto Martínez Castelao, "el primer gran reto de la Nefrología es la apuesta por la prevención del fallo renal en los primeros estadios de la enfermedad, con el fin de evitar la culminación en un programa de diálisis".
El segundo es garantizar el acceso a todos los pacientes que lo precisen a los tratamientos renales sustitutivos que han demostrado mayor eficacia y efectividad en términos clínicos, así como de respuesta y calidad de vida de los pacientes, ha añadido Martínez.