FEASAN reivindica la mejora de la atención sociosanitaria del paciente anticoagulado en España
MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 800.000 personas viven anticoaguladas en España, una cifra que aumenta año tras año entre un 10 y un 20 por ciento, según informa la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), con motivo de la celebración este lunes del Día Nacional del Paciente Anticoagulado.
En España un 55 por ciento de los pacientes anticoagulados padecen fibrilación auricular; el 23 por ciento son personas con valvulopatías y un 16 por ciento han sufrido trombosis venosa o embolia pulmonar. Ante esta situación, la especialista en Hematología y Hemoterapia y asesora científica de FEASAN, la doctora Mª Ángeles Fernández, sostiene que, "la educación sanitaria es extremadamente importante para que los pacientes conozcan su enfermedad".
Con este objetivo, bajo el lema 'Por tus derechos, por tu salud, juntos sumamos más', FEASAN organiza diversas jornadas y mesas informativas en centros de salud y hospitales; además ha desarrollado un juego 'on line' disponible en 'www.dianacionaldelanticoagulado.org', cuyo objetivo consiste en eliminar el mayor número de coágulos de sangre.
La campaña, que tienen como objetivo dar voz a los pacientes, promover la importancia de la prevención y sensibilizar a la población, podrán seguirse y comenta a través del 'hashtag' de Twitter #YoSumoEnAnticoagulacion.
De esta manera, "se pretende animar a los pacientes y a la sociedad en general a sumarse a FEASAN para trabajar juntos por la anticoagulación; es clave mantener la unidad de los pacientes para garantizar sus derechos", ha se señalado el presidente de FEASAN, Luciano Arochena.
PIDEN MEJOR ACCESO A NUEVOS TRATAMIENTOS
Ante la necesidad de sumar esfuerzos y con el objetivo de que los pacientes se unan para defender sus derechos en beneficio de su salud, FEASAN reivindica la mejora de la atención sociosanitaria del paciente anticoagulado en España así como la necesidad de "facilitar el acceso a nuevos fármacos anticoagulantes que han demostrado su eficacia y que pueden ser un claro beneficio para los pacientes que son candidatos a ellos", subraya.
A su juicio, "es fundamental la promoción de planes de educación sanitaria sobre la anticoagulación y habría que adaptar el tratamiento farmacológico en función de la situación sociosanitaria del paciente". Así, reivindica la incorporación del autocontrol del tratamiento a través de coagulómetros portátiles a la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (al menos en los anticoagulados portadores de prótesis valvulares), así como la punción capilar extensiva en todos los centros sanitarios.
"La educación sanitaria del paciente anticoagulado debería ser una prioridad para las diferentes Administraciones, ya que fomenta en el paciente una actitud más corresponsable con su salud (permitiéndole gestionar mejor su enfermedad), previene complicaciones y consume menos recursos sanitarios y supone un claro ahorro en el gasto sanitario público", concluye.
En el mismo sentido, Fernández incide en la importancia de la prevención "que precisa una mayor implicación de nuestro sistema sanitario, mejorando el acceso a los fármacos anticoagulantes: los nuevos anticoagulantes para pacientes en los que estén indicados".